El ascenso del Súcubo 4 - Relatos Eróticos

El ascenso del Súcubo 4

... culo de zorra pelirroja.

Livis acarició los pezones perforados por los piercings de Laura. No había vuelto a poner más piercings a nadie como se los había puesto a Laura, pero era Laura su tesoro más preciado, y a Laura le gustaban.

–Si fuera hermafrodita, te robaría a todas tus esclavas.–dijo Laura entre gemidos.

–Esmeralda y mi hija son tuyas, si me robas a Alive vamos a tener un problema.–azotó bien fuerte su culo con una mano, dejando una buena marca.

–El día que me vaya para siempre me vas a echar de menos. Córrete, Livis.

El poder de Vill que tenía Laura, provocó un orgasmo casi automático por parte de Livis, que se corrió cuando lo pidió. La pelirroja no se da cuenta del potencial que tiene para dominar a todo el mundo que le rodea, y Livis lo sabe y debe darle miedo, o ponerle cachonda. En vez de reprimirla y obligarle a renunciar a su poder, la libera y la eleva sobre todas las demás. Livis salió de su culo, y ambas se volvieron a mí.

–¿Por qué no corrompes a Tinuviel ahora que es reina?

–La última vez que lo intenté, acabé con el culo tan roto que no me podía ni sentar. No es mala idea, pero no me la quiero jugar.

–¿Por qué no buscas a mi madre desaparecida? Así la puedes corromper.–preguntó Laura.

–Olyvia siempre tuvo las cosas claras, y entre sus planes nunca entró comerme la polla, pero ahora que no tiene a nadie más. Quiero que hagas una cosa, sal ahí fuera, y convierte a una muchacha en tu sumisa, Laura. Sin ayuda de nadie, y entonces pensaré en ayudarte con tu madre.

–De acuerdo, pero tienes que cumplir con tu palabra.

Me pregunto qué diría Olyvia si viera cómo han salido sus hijas.

Dos semanas antes…

Entre mis piernas, una mujer me hacía un delicioso sexo oral que me estaba llevando al cielo. Me aferraba con mis uñas a las mantas de la cama mientras me retorcía de placer. Llegué a mi clímax, y finalicé con un buen orgasmo.

–Tu plan de Livis me parece de lo más arriesgado que has hecho, Alive.

–Es un plan sin fisuras.

–Ser esclavizada y que tus hechizos te salven en el momento apropiado no me parece sin fisuras exactamente.

–Conozco su poder, y he estudiado un hechizo que me salvará de la sumisión total. Y sinceramente, si fracaso no me merezco otra cosa que una vida de esclavitud sexual. Mi poder es mi astucia y mis complots. Si fracaso, no hay nada que hacer.

–¿Y si ella te vence?

–Aceptarla como mi ama. La única persona que debe actuar contra ella soy yo, si no os doy otra orden, no intervenid. Pero bajo ningún concepto te acuestes con ella. De hecho, probablemente vengamos antes de que se ejecute mi plan, así que déjala hacer.

–¿Y cómo se que te ha descubierto?

–No lo puedes saber, como tampoco sabrás cuando voy a ejecutar mi plan. No se porqué te preocupas, si no somos nada.

–Pero vosotras dos si que fuisteis algo, eso es lo que me preocupa.

¿Mi plan? Conocer la amplificación de mis poderes al ser un súcubo. No miento si digo que quiero someterme, pero para ...