1. APRENDIENDO SEXO EN CASA


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Incesto Autor: JAPACA, Fuente: SexoSinTabues30

    ... feliz por ella. ¿Cómo era yo capaz de sentirme así? ¿Cómo podía mi mamá permitirle a otro hombre, un casi desconocido, escribirle e interactuar con ella de esa forma?
    
    Me imaginaba la emoción que ella podría estar sintiendo por la novedad de otro hombre. La confusión que seguro invadiría su mente cada vez que recibía un mensaje suyo, o cada vez que lo veía por trabajo. Esos nervios de verlo, aun sabiendo que está mal emocionarse por otra persona. No podía negarlo, me hacía feliz saber que mi mamá pasaba por eso, aunque tenía mucha incertidumbre sobre lo que pasaría y hasta donde las cosas llegarían.
    
    Habían pasado casi tres meses, y fui notando como la relación escalaba hasta un punto bastante comprometido quizás. No podía decir que había mensajes directamente, pero si se notaba algo de tensión en las pláticas. Mi mamá lucía muy sonriente y alegre cada día y yo no dejaba de sentir felicidad por ella. Esa mujer tan dulce que nos cuida y nos ama. Me alegraba saber que podía distraerse de esa forma.
    
    Mas adelante, tuve la oportunidad de hacer mi revisión de rutina. Me daba emoción ver ese celular, sentía nervios al límite, casi deseando conocer algo más. Y llego el día que lo cambiaría todo.
    
    El mensaje de mamá: “No puedo salir en la noche, así como así, tengo familia, mi esposo y mi hijo”. Era claro que estaba rechazando algún tipo de invitación. El mensaje de él: “Es solo una cena normal, pero bueno, no quiero incomodar, lo que tú decidas está bien”. Al menos era comprensivo. Yo sabía que un simple “sí” de mi mamá podría significar que ocurrieran muchas cosas. En eso…
    
    – ¡Amor! ¡Sofía! Tengo noticias… -nos gritaba mi papá al entrar a casa después trabajar.
    
    – ¿Qué pasó papa? – le pregunté. Parecía muy contento.
    
    – Nos llamaron hoy y ¡nos darán el proyecto! – Nos decía con muchísima alegría.
    
    Mi mamá lo abrazó fuertemente, y se dieron un lindo beso. Mi papá había conseguido un contrato de construcción para una empresa importante.
    
    – Mi amor, ¡qué buena noticia! – le dijo mi mamá despidiendo alegría.
    
    – Fue difícil, pero valió la pena esperar- decía papá – pero, voy a tener que estar fuera el fin de semana próximo, ellos quieren que vayamos este mismo viernes a firmar y terminar las negociaciones.
    
    Mi corazón se volteó al instante. Todo comenzaba a cobrar sentido en mi mente, como si mi cabeza armase por sí sola una película, reuniendo datos y construyendo hechos y escenas.
    
    – Ay, mi amor, bueno, nosotros te estaremos esperando en casa – le decía mi mamá acariciando su rostro.
    
    Yo sabía que este era el momento. Pero ¿momento de qué? Me daba miedo contestarme a mí mismo esa pregunta. ¿Qué pasaría si mi mamá pudiera ver a su amigo ya que papá no estaría en casa?
    
    ¿y qué pasaría si yo también me ausentaba? Esto estaba llegando demasiado lejos. Pronto me di cuenta de que todo recaía en mí y en mi decisión. Si llevaba a cabo un plan, podría finalmente enterarme del desenlace de esta historia de meses entre mi mamá y su amigo. ...
«1234...8»