1. Culeando a una tailandesa a señas


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    La única vez que estuve en Tailandia fue en un viaje de negocios donde representaba a la compañía para la que trabajaba. En su momento no tenía idea del concepto del turismo sexual ni mucho menos, pues la única ciudad que apenas podría decir se acerca un poco a las luces coquetas a una ciudad como Bangkok o Pattaya, podría nombrar a una Nueva Orleans o la ciudad de Las Vegas. En Bangkok o Pattaya, el sexo está a la orden del día desde que uno aterriza en estas ciudades asiáticas. En mi caso lo sentí obvio, aunque en los primeros dos días me hizo compañía la traductora y quien también le hacía de guía de turista y es por eso creo las ofertas no se me hicieron llegar abiertamente.
    
    La otra persona que me hacía compañía en el viaje era un ejecutivo de producción con el que tenía poco contacto y él iba acompañado de su preciosa esposa; una rubia que, si bien no tenía buenas tetas, lo compensaba con un buen redondo y llamativo trasero. Realmente en las pocas horas libres por las tardes, poco interactuamos y quizá solo compartíamos una ligera cena en compañía de la traductora, quien en verdad no era necesaria en estos menesteres, aquí en estos países la gente aprende algunas palabras básicas del inglés y lo demás se conlleva a señas.
    
    Estas ciudades son intimidantes, especialmente si uno no esta acostumbrado al bullicio… duermen de día y despiertan de noche. Al tercer o cuarto día me fui una noche y me perdí en las calles de Pattaya, para encontrarme con la sorpresa que había muchos turistas occidentales y muchos australianos que, según el cantinero, llegan a estas ciudades por el turismo sexual. Me lo explicaba en un inglés medio recortado pero preciso, que incluso el me dio sugerencias donde encontrar a las mejores chicas y que tuviera mucho cuidado con las que aparentan ser mujeres y que son transexuales. La verdad que había muchas lindas chicas por doquier que, era difícil saber cuales son verdaderamente mujeres y si están de renta.
    
    Esa noche visité unos cuatro bares o clubs nocturnos. La verdad que me llovieron mujeres provocándome, pero ante la desconfianza plantada por la traductora y el cantinero, no me atreví a hacerle a nadie alguna oferta. Decidí regresar a la primera cantina donde el cantinero que de alguna manera se comunicaba mejor en inglés. A preguntarle si conocía a algunas chicas que recomendara iba cuando veo entrar a esta hermosa mujer a la cantina y se sienta a unas dos sillas de distancia donde solamente me dio un vistazo y luego en esa silla giratoria me da la espalda y se queda mirando a la muchedumbre de la calle. Llevaba una blusa que solo le cubría al frente, pero la espalda le quedaba bastante descubierta. Tenía la piel clara y su cabello estaba teñido de rubia y llevaba una microfalda que dejaba a uno admirar esas torneadas piernas que denotaban unos muy bien trabajados muslos. Tenía una bonita cintura y un precioso trasero y, de la parte frontal no se le reprochaba nada, pues los pechos parecían sólidos en un escote ...
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