1. Sin esperarlo, me encuentro con el amigo de mi padre, 2.


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Sexo con Maduras Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    Después de haberme follado allí en el sofá de la sala, me estuvo magreando y metiendo mano hasta volver a conseguir tenerme excitado y caliente de nuevo, deseando volver a ser follado por el amigo de mi padre.
    
    Yo no había dejado de acariciar su polla y genitales, quería que aquella verga que tanto me había hecho gozar, volviera a sodomizarme. Al principio solo había conseguido ponerla morcillona, no terminaba de ponerse dura. Hasta que pasado algo más de una hora cuando le estaba chupando la polla, esta empezó a estar en plena forma. Por fin había conseguido que el amigo de mi padre estuviera empalmado de nuevo y listo para darme por el culo otra vez. Era lo que yo estaba deseando que hiciera de nuevo. Pero el muy cabrón tenía otros planes. Me había preguntado si tenía prisa por marchar, le había dicho que no, que no tenía ninguna. Luego me había preguntado si pasaba algo porque no fuera a dormir a casa. Le contesté que no, que al día siguiente no tenía nada que hacer ya que era sábado, y era cuando solía ir de marcha.
    
    ¿Pero no te dicen nada en casa? Me había preguntado.
    
    No, ¿Por qué lo dices?
    
    Por nada en especial, me dijo. Solo que quiero que te quedes a dormir aquí, así podremos follar toda la noche.
    
    La verdad es que tenía ganas de que me volviera a follar, pero no era mi idea el quedarme hasta la mañana siguiente, prefería marcharme, aunque fuesen las 4 o 5 de la madrugada.
    
    Viendo la cara que yo ponía, el amigo de mi padre, perro viejo, se percató de que no entraba en mis planes precisamente el quedarme hasta el día siguiente, que seguramente tan pronto me volviera a follar o hacerme correr, yo iba a querer marchar.
    
    Y no iba nada desencaminado, el amigo de mi padre, porque esas eran mis intenciones.
    
    Ven putita, dijo abrazándome a él a la vez que nos levantábamos, ven que quiero follarte en la cama. Y abrazado por él fuimos para el dormitorio, donde después de llevarme al baño donde nos aseamos un poco, nos metimos en la cama.
    
    Me ordenó que me metiera en la cama, mientras él después de recoger su ropa, fue hacia la puerta del piso, cerrando con llave la puerta.
    
    Al escuchar yo como pasaba el cerrojo a la puerta, al principio quedé algo preocupado, pero luego quise pensar que seguramente tendría costumbre de pasar la llave por la noche a la puerta, pero que esta estaría puesta en la cerradura; esa costumbre también la tenía mi hermana, costumbre que no teníamos en mi casa; estaba pensando en eso, cuando apareció de nuevo por la puerta del dormitorio. Al verlo venir así desnudo con la verga hinchada, bamboleándose como si fuera el badajo de una campana, el cuerpo se me estremeció. La polla me dio un respingo, a la vez que el culito se contraía, olvidándoseme por completo el tema de la puerta. En esos momentos solo pensaba en aquella polla y en lo que me iba hacer gozar.
    
    Quería que me follara de nuevo, deseaba que me hiciera suyo otra vez, necesitaba sentir como aquella verga entraba en mí, preñándome de ...
«1234...»