1. El chat me ayudó con mi sobrina 2 (Reeditado)


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... y yo no recordaba la principal función de todo lo pasado y que se habló el primer día tras la pregunta seria de Bea, de si podía ayudarla aunque era un tema muy íntimo.
    
    La verdad es que el objetivo se estaba cumpliendo al pie de la letra, por lo cual nuestras vidas siguieron igual que antes, vivíamos nuestras vidas por separado y sólo en momentos puntuales tratábamos temas más sobre las formas de relacionarse las personas. Ya era muy normal que hiciéramos comentarios sobre lo que nos parecía bien o mal y casi siempre acabábamos de acuerdo sobre el tema después de discutirlo.
    
    Ya no era tabú el tema de nuestro parentesco, incluso le parecía del todo normal, igual que la diferencia de edad, sobre eso discutíamos largamente, ya que yo sostenía que una chica de 18 años no podía esperar grandes cosas de un cuarentón; ella se reía de mí y decía que yo le había demostrado que la podía llevar más alto que cualquier jovencito, aunque yo la rebatía, porque era mi forma de pensar y mi experiencia lo que la hacía durar en el tiempo con un máximo placer, ya que un muchacho joven tendría un potencial que yo no soñaba tener.
    
    Ella me provocaba y algunos días me proponía sentarnos a discutir sobre esos temas sobre la alfombra y desnudos completamente para ver quién podía resistir mas la tentación. Yo por supuesto aceptaba picado en mi orgullo, aunque la desventaja de los hombres es que pronto se nos nota por donde van nuestros pensamientos, porque estar hablando tranquilamente con la polla en erección no es muy tranquilizador.
    
    Además las mujeres tienen lógicamente la ventaja de saber en qué momento abrir una pierna un poco más de lo normal o acariciarse un pezón. Cuando ya estábamos hablando mucho rato de un tema y no nos poníamos de acuerdo, la solución era sentarnos cerca y cambiar de tema, eso conllevaba toqueteos, caricias y bromas.
    
    En un momento dado me pellizcó en un brazo y yo le respondí igual pero con la mala fortuna que esquivó mi mano y el pellizco se fue a la teta, eso la enardeció y clamó venganza lanzándose sobre mí. Al principio con el peso de su cuerpo y el nervio que puso en el ataque me bloqueó de forma que no me podía mover, lo que aprovechó para darme otro pellizco en mi polla, yo empecé a gimotear y le dije que la única solución era darme un besito de consuelo, enseguida me dio un beso en la mejilla pero yo le dije que no, que la ofendida era mi polla.
    
    Con resignación asintió, dijo que lo haría y cogiéndola empezó a buscar el sitio lastimado, como no lo encontraba fue dando besitos a lo largo de toda ella escrutando cada milímetro de piel a la vez que cambiaba de postura y unas veces se ponía a horcajadas sobre mi pierna que se sentaba sobre mi cara con el tiempo justo de evitar una lamida en su coño por mi parte, hasta que en un momento de descuido la cogí de los hombros, le di la vuelta y la dejé tumbada boca abajo sobre la alfombra con las manos sujetadas sobre la cabeza.
    
    Me subí encima inmovilizándola y con mis pies le ...
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