1. El chat me ayudó con mi sobrina 2 (Reeditado)


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    Después de esto nos fuimos a dormir, cada uno a su habitación, por precaución me tomé mis pastillas dulces, aunque pasó la noche y… nada, la siguiente tampoco, y la otra igual que las anteriores, ya estaba desconcertado, pues no oía ni el chat ni ningún ruido sospechoso, por otra parte el comportamiento y el trato entre mi sobrina y yo era de lo más normal y no advertía ningún síntoma de euforia, ni arrepentimiento, ni vergüenza, ni nada de lo que yo podía sospechar…
    
    Desde el primer día de la llegada de Bea a mi casa establecimos que el trato entre nosotros sería de lo más normal, es decir, ni yo la trataría como “sobrina” ni ella como “tío” nos llamábamos por nuestros nombres y con el respeto debido a otra persona cualquiera, por supuesto habría una gran confianza mutua, pues la compañía era de lo más grata.
    
    Ahora este silencio no hacía más que intrigarme y no comprendía la actitud de Bea, ya que yo esperaba, o una pasión desatada o un retraimiento, por qué sé yo de sentimientos hacia el parentesco. (¿?). Lo cierto es que no hablaba ni con su amiga. Al cuarto día por fin oí que estaba chateando con Bea, y aquella le preguntaba con insistencia qué había pasado durante estos días, aunque la contestación de Bea era más bien esquiva, aún así poco a poco fue desvelando la velada que tuvimos.
    
    Yo, aprovechando esta apertura, me conecté con ella y, haciéndome el“súper interesado”, también quise conocer sus sensaciones (desde el punto de vista masculino, claro) para aclararle alguna duda, y su relato fue de lo mas encantador, ya que estaba como en una nube de algodón, pues había pasado por un trance que para muchas chicas era de lo más brusco o violento o lo más soso, mientras que ella sintió todo el rato un estado de excitación sexual continuo, que no terminó hasta que explotó con un orgasmo sensacional, después de una tarde entera.
    
    Su amiga no podía cerrar la boca de admiración, pues no se lo podía creer, ya que ella estaba acostumbrada al clásico polvo rápido en el asiento trasero de un coche o en una cama de lo más cutre, un mete y saca y el clásico final con un cigarrito, soportando una buena resaca. Yo, desde mi personaje del chat, también me“admiraba” del resultado del encuentro y la animaba a seguir, aunque ella demostró sus dudas antes los avances previsibles, pues tenía miedo que yo me hiciera una idea equivocada sobre ella.
    
    Me fui a dormir más tranquilo y a la mañana siguiente siguió la vida tan normal como antes aunque al llegar la noche (aún así,yo seguía con mis pastillas, por si acaso) noté que entraba en mi habitación sigilosamente y se echaba junto a mí sin tocarme. Así estuvo un buen rato pensando mirando al techo, hasta que poco a poco se fue acercando, y apoyando su cabeza en mi hombro me acariciaba el pecho y me daba besitos en mis pezones.
    
    Me sentía de lo más apacible, pero con la pena de no poderme mover, hasta que noté como su mano bajaba por mi estómago, desabrochaba el botón del pijama, cogía suavemente mi ...
«1234...13»