1. Intimidad compartida


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Intercambios Autor: Bennasar, Fuente: TodoRelatos

    Voy por mi tercer matrimonio, el primero se rompió porque tras dos años, no parábamos de pelear, hoy somos buenos amigos y como amigos no peleamos. El segundo duró cuatro años, se rompió porque me puso unos muy dolorosos cuernos con un imbécil, realmente no le conozco casi y no puedo juzgar si lo es de verdad pero me hizo mucho daño o un favor, según se mire, además el daño me lo hizo mi mujer, sería absurdo llamar asesino al puñal que te clavan en el corazón, él solo fue el arma, en todo caso me gusta llamarle imbécil. Se puede poner cuernos pero no ser cruel y ella lo fue, es típico, odias a tu pareja porque te sientes mal por estar destrozándole, te hace sentir traidor porque lo estás siendo, en este caso traidora y empiezas a odiar a tu victima y eso se convierte en círculo vicioso.
    
    Y voy por el tercer y actual matrimonio con María que deseo que sea el definitivo. Cuando estoy con María en la intimidad me paso largos ratos admirando su piel, sus formas, que para mi son únicas. Creo que a ella le gusta esa complacencia en su cuerpo porque tras ella hacemos el amor más intenso. Nada me parece más bonito que una mancha como de café derramado que tiene en la ingle y que sobrepasa cualquier braguita, de lencería o de baño, que se ponga. Alguna vez me ha consultado si ponerse bañador de cuerpo entero para ocultar la parte del vientre, del todo no puede porque también deriva hacia el muslo y yo le he suplicado que la deje libre porque nada me da más orgullo que su mancha. Y estoy seguro que es erótico porque te lleva la vista hacia su cadera, como el lunar que antiguamente se pintaban las mujeres para dirigir la vista hacia el labio.
    
    Conocí a María, la vi por primera vez, en un bar de noche, estaba con unas amigas en la barra, yo sentado en una mesa con Gerardo, un amigo mio me había hablado de ella, que la había conocido y que quería ligársela. Yo la miraba y me encantaba, unas veces la veía y otras la tapaba una amiga que estaba delante de ella en la barra, si la amiga daba un pequeño paso adelante o María un pequeño paso atrás, la veía, si no, no y en ese verla y no verla me enamoré de ella.
    
    María tiene una especial capacidad de vivir. Se bebe la vida a grandes sorbos, tiene una gran energía que se manifiesta en todo lo que hace. María..., no entiendo como sus padres le pusieron ese nombre tan sencillo, no sé en que estaban pensando, aunque también es un nombre sugerente por lo sencillo.
    
    A mis primeras mujeres, que no les pongo nombre porque no vale la pena buscarles uno falso, las amé en su momento, me enamoré de ellas, A María no solo la amo, con ella me siento en casa, como, por supuesto, me pasó con mis padres y hermana, y si a las primeras mujeres no les puse cuernos, sí que tuve deseos, con María nunca he tenido ganas de engañarla. ¿Como vas a engañar a tu madre? ¿Como vas a engañar a tu casa? Pues contrariamente a la razón, estando con ella me he acostado con Ana y María con Pablo, siendo que nada me daba más miedo, tras la ...
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