1. Intimidad compartida


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Intercambios Autor: Bennasar, Fuente: TodoRelatos

    ... —Mientras hablábamos, muy suavemente me magreaba el pene que iba estando más resbaloso por las secreciones que me estaba provocando. Y se acercó a mi oído y me soltó una bomba.
    
    —Quiero que te acuestes con Ana. —Casi se me para el corazón.
    
    —¿Qué? ¿Te has vuelto loca? A mi nunca se me ha ocurrido acostarme con Ana. ¿Y tú con Pablo?, ¿es que te apetece?
    
    —No es eso, tonto. Júrame que Ana no te gusta nada.
    
    —Bueno, me gusta, es muy guapa. —Ana era hija de un español y una china, era muy exótica, tenía una piel preciosa, me gustaba— pero de ahí a pensar en acostarme con ella..., no me has contestado a si a ti te apetece con Pablo. —Era una conversación un poco absurda, casi al oído.
    
    —Hoy en el baño he sentido que querías tocarle el culo, y quiero que se lo toques. Me hace ilusión, principalmente, que te acuestes con Ana. Cuando te estaba curando te he visto, imaginado, y en esa visión te lo pasabas muy bien. Y tengo miedo de que nos aburguesemos, que sé que todavía no nos pasa, pero nos vendría bien una canita al aire y estrechamos lazos—Con el pene cogido por debajo del pantalón me llamó la atención sobre él— Imagínalo dentro del coñito semioriental de Ana.
    
    —Eres mala. —Se rió y me besó.
    
    —Sí que me acostaría con Pablo porque sino no saldrían mis planes, tengo curiosidad y seguro me lo pasaría bien pero es secundario, lo que me hace más ilusión es verte con Ana. Confía en mí. Alguna vez lo he pensado vagamente pero hoy se me ha, digamos, revelado. —Me lo decía de tal forma bajito y al oído, que al hablar notaba el calor de su aliento, que me ponía caliente, ayudaría el tema de la conversación. Metí mi mano por su pantalón y le toqué el coñete que estaba algo húmedo.
    
    —¿Y Pablo te la metería por aquí?
    
    —Supongo. Qué íntimo ¿no? ¿Te excitaría? Lo podemos intentar ¿no te gustaría?
    
    —Me excita pero no tengo tan claro que me gustase. Me da algo de miedo. Y tendrías que contar con ellos. ¿Como sabes que ellos estarían dispuestos?
    
    —Estoy segura. Quítate el miedo. Aviso: Prohibidas las dudas, ah, y solo para hoy. —Yo sabía que ella era muy intuitiva. Y me metió la lengua por la oreja y luego me desabrocho los pantalones y me los bajó junto a los calzoncillos. Cogió una manzana de un frutero que caía al lado nuestro y le dio un bocado, gesto que parecía inocente.
    
    —Date la vuelta. —Me dijo a mi y dirigió la vista a Ana— Ana, la herida del culo no sé si me gusta, puedes mirarla otra vez, por favor, a ver si está bien. —María se levantó, yo estaba bocabajo.
    
    —Voy, pero no creo que haya cambiado mucho —dijo Ana y se levantó y se acercó a mirarme. María se fue hacia el sillón de Pablo y se sentó en sus rodillas, Pablo sonrió ignorante aún de la causa y de lo que iba a ocurrir.
    
    Ana, de rodillas, miró mi culo, incluso me lo tocó con dos dedos rodeando la rozadura. —Va todo muy bien, es reciente y no ha cicatrizado del todo pero todo bien, el único cambio es que está un poco más seca. —Y se dio cuenta que María estaba sentada encima ...
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