1. Laura y Carolina: Bendito bikini


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Perexcod, Fuente: TodoRelatos

    —Muy bien, una firmita aquí y ya estamos… Listo, que tenga un buen día, ¡hasta la próxima! —se despidió el repartidor con una afable sonrisa.
    
    Carolina cerró la puerta a toda prisa y miró con impaciente anticipación el paquete que acababa de recibir. Ansiosa, forcejeó con el embalaje hasta extraer su contenido.
    
    ¡Laura! ¡Ya ha llegado mi bikini nuevo! ¡Ese azul eléctrico que te dije! ¡Es monísimo! Voy a probármelo para que lo veas —exclamó entusiasmada dirigiéndose al dormitorio.
    
    Laura estaba cómodamente tumbada en el sofá del salón, enfrascada en la lectura de una novela. Levantó la vista del libro y le respondió con una sonrisa:
    
    —Estupendo amor. Ve, pruébatelo y desfila para mí.
    
    Pasaron unos minutos y Carolina regresó al salón con su flamante bikini puesto. Sin embargo, su rostro reflejaba desconcierto.
    
    El bikini resultó ser un microbikini diminuto, con unos triángulos que apenas cubrían sus pezones y un tanga minúsculo que dejaba al descubierto gran parte de su vello púbico. Mechones rojizos asomaban por todos lados.
    
    —¡Pero bueno! ¿Esto es lo que pediste? ¡Si casi vas desnuda! —exclamó Laura soltando una carcajada.
    
    Carolina se sonrojó intensamente.
    
    —Ay, no me lo puedo creer. En las fotos de internet parecía mucho más grande. Y… y... y… decente —comentó avergonzada.
    
    —¿Y qué hago ahora? No puedo presentarme así en la playa... ¿o sí? —preguntó azorada mientras Laura seguía riendo a carcajadas.
    
    Dejó el libro a un lado y se levantó del sofá para admirar de cerca cómo le quedaba el atrevido bikini a Carolina. Rodeó a la joven, que, a sus 20 años, tenía una figura envidiable: cuerpo tonificado y proporcionado, vientre plano, pechos generosos y turgentes, nalgas prietas y respingonas…
    
    El diminuto bikini apenas contenía la cantidad mínima de tela para no ser arrestada por escándalo público. La tanga era solo una franja triangular sostenida por detrás por un fino hilo dental que se perdía entre los glúteos de la pelirroja. La verdad es que le sentaba de maravilla, resaltando todas sus curvas.
    
    Laura se mordió el labio contemplando embelesada a su novia. Lo único que desentonaba en el conjunto era esa espesa maraña de vello rojizo y rizado que asomaba rebelde, dándole un aire rústico fuera de lugar.
    
    —Tendrías que hacer algo con esta selva, amor —comentó Laura entre risas mientras pasaba sus dedos suavemente sobre el pubis de Carolina.
    
    Ésta se sonrojó, mitad divertida y mitad avergonzada.
    
    —Si quieres te dejo mis utensilios de depilado —sugirió Laura—. Esos matorrales no pegan nada con este modelito tan sexy.
    
    —Ay no sé, Laura...nunca me he depilado ahí abajo. Las cuchillas me dan pánico, ¿Y si me hago daño? —dijo Carolina con timidez, cubriéndose la entrepierna con ambas manos de manera casi involuntaria.
    
    De pronto una idea iluminó su rostro:
    
    —Oye...¿y no me lo podrías hacer tú? Siempre vas tan bien depiladita… seguro que a mi también me lo dejas perfecto.
    
    Laura dudó un momento, algo insegura sobre ...
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