La Iniciación - Relatos Eróticos

La Iniciación

... medida que me pasaba la lengua subiendo por la espalda, ella se iba incorporando hasta quedar de pie. Sin dejar de apretarme las nalgas, me beso el cuello. Me volví a estremecer. Esa parte es muy sensible al tacto, a los besos, a la lengua.

Luego, se colocó frente a mí, me volvió a apretar las nalgas y repitió la operación de la lengua. Ajora empezó un poco arriba del sexo, el vientre, el ombligo, así continúo lamiendo, hasta llegar a los senos. Los lamio, uno luego el otro, lengüeteó un pezón, luego el otro.

Se me pararon y se me pusieron muy duros, señal de que empezaba a excitarme. Me puse roja de vergüenza. Ahí, completamente desnuda, delante de todos, me estaba excitando.

Me beso el cuello, nuevamente me estremecí. La mujer experta, conocía todos los puntos débiles y me pasaba la lengua y me besaba. De pronto, sin más, me beso en plena boca. Me tomo por la cintura, me jalo hacia ella, se replegó a mi y yo sin pensarlo, le respondí el beso, dándonos lengua. Algo que me pareció super excitante.

Sorpresivamente, metió una mano sobre mi sexo, casi por instinto separe un poco las piernas con discreción, para que no se notara. La mujer metió los dedos y me empezó a frotar.

Enseguida noto que ya me encontraba toda mojada de excitación y mirándome a los ojos, sonrió con una expresión como de triunfo. Me susurro al oído, lo sabía. Yo nunca me equivoco.

Yo ya me esperaba un manoseo super cachondo, mi cuerpo lo necesitaba. Pero para mi sorpresa, inesperadamente saco la mano de mi sexo y se alejó dejándome con unas ganas tremendas.

Al poco, la mujer volvió, traía jalando a un pequeño pony de una rienda. Me sobresalte. No tenia idea para que traían ese animal.

Entre los cuatro hombres lo detuvieron mientras que la mujer, se arrodillo a un lado y le empezó a untar una pomada especial en su miembro.

Al poco, el miembro le empezó a crecer al pony y a ponerse duro. Yo me sorprendí. Como era posible que ese animalito pudiera tener tan tremendo animalon ufff pensé.

Cuando la mujer considero que ya estaba de buen tamaño, lo acerco a mí, le tomo el miembro y me lo empezó a frotar en el sexo. Nuevamente me estremecí.

Yo seguía sostenida en la barra, ahora un poco más abajo. Instintivamente separe un poco mas las piernas mientras que la mujer me frotaba todo el sexo con el enorme miembro del animal.

Si la mujer me había dejado super excitada, pues ahora sentía que me estaba poniendo a mil. Tremendas y desconocidas sensaciones me provocaban el frotar de ese enorme miembro sobre mi sexo.

Me puse toda colorada de la vergüenza, al sentir como me empezaba a escurrir mis jugos sobre los muslos. Ahí delante de todos.

Retiro al animal y enseguida se colocaron detrás de mí y nuevamente me empezó a frotar el miembro sobre el sexo, pero ahora por detrás. Yo seguía estremeciéndome de excitación, pero ahora mucho más.

Separe un poco más las piernas y la mujer sin dejar de frotar empezó a introducir en mi sexo poco a poco el miembro ...