La Iniciación - Relatos Eróticos

La Iniciación

En una ocasión, como de costumbre, paseaba por una Plaza Comercial de la Cdmx, cuando note que unas personas me veían a lo lejos.

Solo podía distinguir que se trataba de cuatro hombres y una mujer, aunque no podía verles el rostro con claridad.

Al poco, me olvide de ellos, seguí en mis asuntos y luego me marche.

Así sucedía cada semana, a mi me encantaba ir a esa Plaza en especial, porque luego se daba la oportunidad de ligar, como me había sucedido en varias ocasiones.

Por alguna razón, en esas semanas no había pescado nada.

Se me hacia extraño, porque por lo regular, siempre había quien estuviera dispuesto a disfrutar de un rato de buen sexo conmigo.

Yo en ese entonces era una linda bb super atractiva. Acababa de cumplir 18 y estaba en total plenitud. Tenia un bonito cuerpo, delgado, super bien formado, me veía muy sexi y muy cachonda. Con vestido se me notaban las nalgas redonditas y bien paraditas, así como mis bubis también muy redonditas.

En fin, que era toda una belleza, difícilmente los hombres se resistían a voltear a verme e incluso, algunas mujeres también.

En un principio, para mi no fue raro que aquellas personas se me quedaran mirando, lo extraño era que nunca se acercaban, solo me observaban desde lo lejos.

Empecé a sospechar que algo raro pasaba con ellos, no fuera a ser que me quisieran hacer algo, secuestrar, no se. Pero si era sumamente extraño, que cada ocho días, me los encontrara en la misma Plaza.

En esa ocasión, me sorprendió ver que la mujer se empezara a acercar, ya que siempre se me quedaban viendo a lo lejos. Sin embargo, los hombres que venían con ella se mantenían alejados.

Yo estaba sentada tomando algo, así que la pude observar con cierto disimulo mientras se iba acercando.

Se notaba que era una mujer no tan joven, de unos 40 tal vez, pero era hermosa, muy hermosa y lucía un cuerpazo espectacular. Vestía traje sastre impecable, se veía muy elegante.

-Hola- me dijo con una seguridad impresionante. ¿Me puedo sentar?

-Si claro- respondí un poco extrañada. ¿Que podría querer decirme esa desconocida?

Su acento se notaba extranjero, pero hablaba perfecto español.

-Me llamo Lizzeth- dijo. Te he estado observando y he decidido que podrías ser una buena candidata para unirte a nuestro grupo. Solo tendría que hacerte unas pruebas para poder tomar una decisión definitiva. ¿Qué dices?

Y me miraba con esos ojos maravillosos de un color difícil de decir, entre verde y azul, increíbles.

De cerca me parecía mas hermosa, super atractiva. No es que me gustaran las mujeres, pero no hay nada de malo en reconocer a una mujer bella.

-Disculpe- le dije un poco nerviosa, su presencia era no intimidante, sino perturbadora, no sabría decirlo con claridad.

-No tengo la menor idea acerca de lo que usted esta hablando. Le dije.

-Mis cuatro amigos que ya viste y yo formamos parte de un grupo, organizamos eventos para un tipo muy especial de personas. La chica que estaba con nosotros ...