La Iniciación - Relatos Eróticos

La Iniciación

... tuvo que regresarse y ahora necesito encontrar a alguien que tome su lugar. Y yo en verdad creo que tu serias la indicada para eso. Me dijo mirándome directo a los ojos sin parpadear.

-Disculpa- le respondí. De qué clase de personas me estás hablando, ¿que necesitas de mí? Le pregunte ya muy intrigada.

Ella sonrió y sin dejar de mirarme a los ojos respondió.

-Lo sabrás a su debido tiempo- Ahora solo necesito saber si estas dispuesta a unirte a mi grupo y a permitir que te realice las pruebas necesarias para tu Iniciación.

Ahora si ya me encontraba completamente intrigada. ¿Qué clase de pruebas serian esas? ¿Acerca de que Iniciación se refería? No pensaba quedarme con la duda. ¿Qué podía pasar? Si no pasaba la prueba pues nada, seguiría con mi vida y todo olvidado.

Así que, sin más, acepte su propuesta.

-Lo sabía- Yo nunca me equivoco. Me dijo sonriendo. Te espero mañana en esta dirección. Se puntual, me indico, casi como una orden. Se levanto y se despidió sin más.

Al otro día me presente puntual a la cita en el domicilio que me había indicado. Me recibieron los hombres que había visto en la Plaza, los que acompañaban a la extraña mujer.

Me hicieron pasar a una habitación muy grande, me ofrecieron una bebida y me indicaron que esperara.

Al poco, se presento la hermosa mujer. Ahora vestía mas informal y se veía mas hermosa que el día anterior. Con el cabello suelto se veía super sensual, más joven, más excitante.

-Ahora empezaremos las pruebas-espero no falles. Dijo con autoridad, con cierta rudeza.

-Solo hay unas reglas muy sencillas. Me dijo. No hables, no preguntes, no digas nada. Solo obedece en todo lo que te ordene sin protestar. A la primera falta, se acaba la prueba y te regresas a casa, me advirtió.

Yo asentí con la cabeza, suspire hondo y me dispuse afrontar lo que se viniera.

-Desnúdate- Ordeno con voz autoritaria, de esas órdenes que difícilmente puede uno dejar de obedecer.

Yo me quedé sorprendida ante tal indicación, no me lo esperaba, de hecho, no se siquiera lo que yo esperaba. Me puse nerviosa y toda colorada, pero ante mi sorpresa, me empecé a desnudar sin más. Lo peor es que no estábamos solas. Ahí se encontraban los cuatro inseparables amigos mirándome con expectativa.

Me quede totalmente desnuda, de pie, delante de todos.

Me colocaron frente a una especia de marco, con una barra para poderse colocar en varias alturas.

-Recárgate en la barra- Ordeno la mujer y por nada del mundo te muevas, solo hasta que te lo ordene, indico.

Me acerque al marco y me recargue tomándome de la barra. Me quedaba mas alta que la cabeza, por lo que tuve que extender los brazos hacia arriba para poderla alcanzar.

La mujer se colocó detrás de mí en cuclillas. Me apretó las nalgas y me empezó a pasar la lengua desde el inicio del culo hacia arriba. Me estremecí completamente. Eso nunca me lo habían hecho y mucho menos una mujer. Me empecé a poner nerviosa, pero decidí que debía resistir.

A ...