1. Descubriendo mi afición por los culos con pelos 1


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Gays Autor: Machi, Fuente: TodoRelatos

    Esta historia, aunque se puede leer de manera independiente comparte la misma línea argumental queUn pelirrojo muy empotrador
    
    Febrero de 1998
    
    Antonio
    
    Fue echar la última gota de leche y fue como si el árbitro pitara el final del partido.
    
    Con la calentura disipándose de su cabeza, fue consecuente con la locura que había cometido. ¡Se había traído al rarito del Instituto a casa de su abuela para follárselo!
    
    No conocía a aquel chaval de mucho. Si se le había insinuado en la ducha fue porque Carlitos, el masajista de Alcalá, en una de las veces que se lo folló, le dijo que era de los suyos.
    
    Su relación con aquel tío, unos cuantos años mayor que él, no iba más allá de echar un buen polvo de vez en cuando. Desde un primer momento le había dejado claro que lo suyo era solamente follar, nada de besos, ni abrazos. Él llevaba vida heterosexual y tenía novia formal.
    
    Algo que al alcalareño no pareció importarle demasiado, al contrario, pareció venirle como anillo al dedo. Él mantenía una relación abierta con un chico de Madrid, a quien solo podía ver muy de vez en cuando. Situación que, de no ser porque ambos pensaban que lo que compartían era amor, habrían atajado ya. Ninguno de los dos llevaba bien lo de tener pareja en la distancia y las infidelidades estaban a la orden del día.
    
    Dado que el masajista y el pelirrojo coincidían en que la persona que querían no podía satisfacer sus necesidades de manera inmediata, se desahogaban mutuamente y sin tener que soportar la loza del compromiso
    
    Un consuelo que se estaba convirtiendo en una viciosa adicción. Antonio follaba bastante mejor que el madrileño y a Fany no se le pasaba ni por la cabeza lo de pegarle una mamada a su novio. Variedad sexual en la que Carlitos era todo un maestro.
    
    Lo conocía de muy poco tiempo, solo un mes, pero ya había follado con él más que con nadie en toda su puta novia. Incluida su novia, con la que llevaba saliendo más de cuatro años, pues era una rara avis que lo dejara montárselo con ella.
    
    Conoció a Carlitos por intermediación de un compañero de gimnasio, quien se lo aconsejó cuando tuvo que tratarse un pequeño tirón que le había dado en la espalda con las pesas. Estaba un poco alejado de su pueblo, pero sus tarifas eran era bastante más económica que las de la capital y su colega le insistió en que era bastante bueno.
    
    Fue tumbarse en la camilla, notar sus adiestradas manos sobre sus hombros y ponerse caliente como una piedra al sol. Nunca nadie lo había tocado con esa mezcla de delicadeza y vigor.
    
    Lo peor fue cuando tuvo que darse la vuelta y quedó en evidencia lo empalmado que estaba. Al principio se sonrojó por lo comprometida y violenta de la situación. Pero cuando vio Carlitos, no le dio demasiada importancia a que se hubiera puesto, y se limitó a bromear con el tamaño de su nabo, comprendió que allí había tema.
    
    Caliente como estaba, llegó a la conclusión de que si le tocaba la polla igual de bien que los hombros, iba a salir de allí con ...
«1234...»