1. Consentida por mis hermanos mayores


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... emplear para dar el paso definitivo. A veces se me ocurrían cosas muy fuertes con las que provocarles y otras pensaba que se me estaba yendo de las manos, pero es que mi obsesión seguía aumentando.
    
    Antes de dar paso a ningún plan más elaborado, decidí que el primer paso sería ir desnuda por casa. Con mi coñito depilado siempre al aire, conseguía dejar a mis hermanos sin palabras. Yo notaba que entre ellos comenzaban a murmurar, era obvio que algo había cambiado en mí, pero les estaba costando atreverse a preguntármelo directamente. Hasta que Enzo dio el paso.
    
    - Alexandra, tenemos que hablar. - Dijo Enzo.
    
    - Es la primera vez que me llamas por mi nombre. ¿He hecho algo mal?
    
    - No, pero tampoco está bien que te pasees desnuda por casa. - Respondió Carlo.
    
    - Es que tengo mucho calor. Mira, me sudan las tetitas.
    
    - Con el aire acondicionado se está perfectamente. - Replicó Carlo.
    
    - Pues yo me siento más cómoda así.
    
    - Últimamente estás muy diferente. - Comentó Enzo.
    
    - Te dije que ya no soy una niña.
    
    - ¿Y eso qué quiere decir exactamente? - Preguntó.
    
    - Tengo cuevas y me gusta lucirlas.
    
    - Pero somos tus hermanos y esta casa no es lugar para hacerlo. - Replicó Carlo.
    
    - Si tuviera mi propia zona privada como vosotros.
    
    - ¿Y tú para qué la quieres? - Quiso saber Enzo.
    
    - Quizás a mí también me apetezca hacer trios.
    
    - ¿Cómo sabes eso? - Preguntó Carlo visiblemente nervioso.
    
    - Da igual, la cuestión es que lo sé y que quiero lo mismo que vosotros.
    
    - Tú no sabrías ni por dónde empezar. - Rio Enzo.
    
    - Vosotros sí que no tenéis ni idea. He follado con más de los que podríais imaginar.
    
    - No te creo. - Contestó Carlo.
    
    - Pues lo vais a comprobar pronto porque sois los siguientes.
    
    - Estás muy mal. - Dijeron los dos.
    
    - ¿Ya no soy vuestra consentida?
    
    - No para eso. - Gritó Enzo enfadado.
    
    - Soy vuestra hermanita, no podéis negarme nada.
    
    Me senté en el sofá y me abrí de piernas para invitarles a pasar. Enzo se mantenía firme, pero Carlo no podía apartar la mirada, estaba claro que se sentía muy tentado. Le hice un gesto para que se acercara, pero su gemelo lo sujetó. Les dije que no se resistieran, que solo debían consentirme una vez más, como toda la vida lo habían hecho.
    
    Como si estuviera escuchando cantos de sirena que lo hipnotizaban, Carlo se acercó hacia mí, se arrodilló y contempló maravillado mi entrepierna antes de lamerla de abajo a arriba. Yo aullé de placer con la intención de provocar a Enzo para que se uniera, pero se seguía resistiendo, aunque no había sido capaz de irse.
    
    - Vamos, Enzo, seguro que de pequeño me diste el biberón muchas veces.
    
    - Alguna vez, sí.
    
    - Pues vuelve a dármelo.
    
    - Lo que estás haciendo está muy mal.
    
    - Pensaba que vosotros siempre satisfacíais todos mis caprichos.
    
    - Pero no los de este tipo.
    
    - Porque no tenía la edad, pero ahora sí.
    
    - Solo tienes quince años.
    
    - Y mucha experiencia sexual, pero fue veros a vosotros lo que despertó ...
«1...3456»