Nos fuimos a málaga de vacaciones II - Relatos Eróticos

Nos fuimos a málaga de vacaciones II

... cenar y que se lo pasaron muy bien, que tendráin que repetir alguna vez.

Cuando llegamos al pueblo dijeron que esa noche harían noche de chicas. Eso significa que ellas duermen juntas y yo en la cama de las niñas. Pero la idea es que querían dormir juntas mamá e Irene y la pequeña dormiría conmigo, pero ella se reveló diciendo que también quería dormir con ellas. A ver como solventa mami ese contratiempo.

Me dijo, cuando ellas no estaban, que se iría a domrir con ellas pero que cuando se duerma que me la lleve a su habitación que quería estar a solas con Irene para ver que tal está y comprobar cosas, que no han podido hablar a solas desde lo sucedido.

Ya cuando llegó la hora de irse a dormir estaban todas agotadas. Se fueron todas a mi cama y yo a la habitación de las niñas. Pusieron la tele un rato y cuando sentí que se apagó me acerqué a la puerta a escuchar.

Me estoy poniendo nervioso, oía susurrar a las dos, pero no entendía nada. Decidí volver a mi sitio y esperar un rato más.

Al cabo de un ratito, mi mujer me mandó nun mensaje, ni se levantó de la cama para avisarme, lo hizo por el móvil. Que fuera a por la peque que ya estaba grogi.

Entré en la habitación. Mi mujer estaba despierta y me hizo señas para que me la llevara. Cogí a mi pequeña como pude, que ya está crecidita y la llevé a su cama. Cuando entré Irene se hizo la dormida pero yo sabía que no lo estaba. Me fui a la habitación y la dejé en su cama, me quedé un ratito con ella para que no se despertara y cerciorarme de que estaba profundamente dormida.

Al rato me levanté sigiloso a hacer lo que me corresponde, escuchar tras la puerta sin molestar. Al principio me desilusioné un poco, no escuche escuchaba mucho, pero después de un rato per vi un destello de un flash. Mi mujer estaba haciendo fotos. Abrí un poco la puerta y con cada flash vi a mi hija con el bikini de mamá posando mientras ella la fotografiaba. Al rato se despojó de la parte de arriba mostrando sus preciosas tetitas y mamá fotografiándola, pero lo increíble fue cuando se despojó del tanguita y posó desnuda para su madre. Mi mujer estaba totalmente en pelotas mientras la fotografiaba. Se me puso el rabo muy tenso y empecé a tocarme despacio.

Después, empecé a oir jadeos sordos, como no queriendo levantar la voz para que no se oyeran. Eran de mi mujer. No vi nada pero era ella fijo, reconocería esos jadeos entre un millón.

Terminó corriendose como una cerda. No vi nada pero lo sé. Yo estaba en la puerta con el rabo en la mano pajeandome e imaginando la situación.

Me fui a la habitación de la peque para comprobar si seguía dormida. Y estaba como un tronco. Así que me tumbe y descanse un rato. Al cabo de unos pocos minutos empiezo a oir otros ruidos. Ligeros pero diferentes. Me levanté ipsofacto y me volví a acercar a la puerta sigiliosamente para no hacer ruido. Era Irene jadeando esta vez y de fondo un chapoteo inconfundible. Golpecitos y sorber. ¡DIOS!, mi mujer estaba comiéndole el coñito ...