1. La familia Peregrina


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Fatiga2021, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hasta la garganta, mientras tomaba los pezones de ella y los retorcía con sus dedos.
    
    Rata Saltarina que estaba a la espalda de ella, se percató de las intenciones de su jefe, se acercó y apoyo su gran pene entre las nalgas de Isabel, ella se estremeció, abrió los ojos con espanto y luego sintió como si le desgarrarán el culo. El apache estaba entrando en ese ano apretado, jamás visto, ni siquiera por ella misma y menos profanado. No sabía si sentía dolor, ardor? Solo quería que aquella pesadilla terminara.
    
    Pero lejos de esto, ambos guerreros la follaron duro, gozando con sus gritos y sollozos, pero el dolor fue dejando paso al placer, Isabel estaba comenzando a sentir sensaciones que nunca había experimentado, completamente nuevas para ella y se estaba sintiendo bien, mientras aquellos salvajes le hundían sus miembros por delante y por detrás.
    
    Cuervo cantor y Rata Saltarina soltaron de sus ataduras a Isabel, permitiéndole ver en la situación que estaba su hija Rebecca. De inmediato comprendió que no podía hacer nada más que seguir sus órdenes y esperar que por un milagro los dejaran con vida.
    
    La obligaron a arrodillarse y Cuervo Cantor le acerco su pene a la boca, ella no comprendió que deseaba, entonces Rata Saltarina tiro fuerte de su cabello hacia atrás obligándola a levantar la cara y gritar por el dolor, cuando dijo aaaay! Cuervo Cantor se lo metió en la boca hasta la garganta y comenzó a follarle la boca.
    
    Rata Saltarina le sujetaba y movía la cabeza de ella en sentido contrario a las envestidas de su jefe, asegurándose de que el pene entrara todo en su boca y garganta. Así estuvo diez minutos entre ahogos, arcadas, náuseas y espasmos, pero sintiéndose mujer, sintiendo que todo su cuerpo vibraba, lleno de adrenalina, hasta que sintió una descarga de líquido espeso y gomoso, algo agrío dentro de su boca.
    
    Rata Saltarina aún conservaba su carga, así que la giró, pero esta vez Isabel comprendía que esperaba de ella, así que abrió grande la boca y trago aquel pene lo más hondo que pudo y soporto las envestidas del apache que en este caso quiso rociar el blanco rostro de Isabel con su esperma.
    
    Y dicho esto hizo un gesto con el brazo a los bravos que amenazaban a Rebecca con sus lanzas y estos comenzaron a rasgar con ellas las ropas de la muchacha dejándola totalmente desnuda. Su cuerpo era delgado, juvenil, su piel bien blanca, tenía los senos del tamaño justo para abarcarlos cada uno con una mano, del tamaño de una manzana mediana, los pezones color rojo pálido y diminutos como dos pequeños botones que hubieran pegado allí. Su bello púdico era oscuro aunque no muy abundante, lo que dejaba ver muy bien su delicado clítoris y su virginal coño. Su culito era respingón y redondito.
    
    Isabel no tuvo más remedio que obedecer, se tumbó en el piso boca arriba y se deslizo por entre las piernas de Rebeca hasta asomar la cabeza a su frente, luego se apoyó sobre los codos y comenzó a chupar el coñito de su hija. Se sentía avergonzada, ...
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