1. Intercambio de roles


    Fecha: 02/06/2019, Categorías: Fetichismo Autor: stahl79, Fuente: TodoRelatos

    ... de una muñequita de porcelana. Quizá sentiría una disonancia cognitiva, una discrepancia entre su imagen mental y lo que mostraba.
    
    Tratando de ignorar estos pensamientos, se la colocó, logrando, tras dos intentos fallidos, hacer coindidir sus ojos, nariz y boca con las aberturas correspondientes. Temblando de la emoción y reprimiendo la tentación de mirarse en el espejo (¡Aún no!) se giró sobre sí mismo para recoger una peluca rubia que estaba colgada en su busto. Al hacer el movimiento, sintió por toda la piel de su cuerpo el tacto del latex y no pudo reprimir un gemido. Si hubiera sido más autoconsciente en ese momento, se habría dado cuenta de que su gemido había sonado con una voz más aguda que la suya normal.
    
    Se puso la peluca (que Carla ya había peinado convenientemente unos días antes) y sintió los bucles del pelo rozando sus hombros. Para Hugo, que era calvo desde hacía casi 20 años (desde los 18), aquella sensación fue el disparador para empezar a excitarse de verdad. Era el momento. Se puso frente al espejo y estudió su reflejo. Estaba acostumbrado a ver sus facciones duras, marcadas. Pero lo que vio fue la suavidad y delicadeza perfectas de la muñeca de porcelana. Aunque no era exactamente eso. Las muñecas de porcelana eran inocentes. Lo que Hugo vio en el espejo era una muñeca de porcelana que se había visto obligada a trabajar de stripper y prostituta. El pelo gritaba "¡rubia tonta!" y las tetas desnudas y enormes decían a su vez "¡zorra!" La mezcla de pureza y corrupción era perfecta. Hugo sintió ganas de dar saltitos de alegría.
    
    Faltaba la ropa y el maquillaje. Hugo se ajustó el corsé, de color rojo y los cordones por delante, todo lo que pudo, hasta que casi no podía respirar. Le encantaba cómo le hacía una cintura más esbelta y, por contraste, las tetas parecían aún más desproporcionadas. Tras esto, disfrutó de lo lindo poniéndose las medias de encaje negras, que terminaban justo a la mitad de sus muslos. Se puso las braguitas a juego y encima una minifalda de cuero negro. Sopesó ponerse o no sujetador. Finalmente decidió no hacerlo y ponerse la chaquetilla tipo torero también negra de cuero; la cerró sobre su pecho con dos botones. El escote resutante era de infarto. Por último, unos tacones de aguja rojos, haciendo juego con el corsé, y casi había terminado.
    
    Consultó la hora. Aún le quedaban 10 minutos. Suficiente. Durante las últimas semanas había visto muchos tutoriales en youtube y el maquillaje ya no tenía secretos para él. Se inclinó por lo básico y lo clásico. Pestañas postizas, rimmel negro, un poco de sombra de ojos violeta y labios muy rojos.
    
    Estaba listo. Era consciente de que no se había "convertido" en una mujer. Más bien en la fantasía masculina de lo que era una mujer. Ninguna mujer vestía así si no era para protagonizar una película porno. Pero ese era el plan. Carla y él iban a vivir una fantasía que tenían desde hace años: follar con los papeles invertidos. Y ya que se trataba de una fantasía, ...
«1...345...8»