Intercambio de roles - Relatos Eróticos

Intercambio de roles

Hugo se acercó a Carla por detrás, le apartó el pelo y la besó en el cuello.

Ella tenía la boca llena y solo pudo responder con un gemido. Después escupió el contenido de su boca en el lavabo y entonces él se acercó para besarla en los labios.

-¡Ay! Espera, tonto. Que todavía tengo pasta de dientes.

-¿Y qué? Te quiero tanto que te besaría aunque tuvieras la boca llena de semen.

Carla fingió una mueca de disgusto y comentó en tono de broma:

-Desde luego estás obsesionado con el sexo...

En ese momento llamaron a la puerta.

-Ajá - dijo él - ¿Sabes qué es? La confirmación de que tú estás tan obsesionada con el sexo como yo, aunque no quieras reconocerlo.

-¿Nuestro pedido? ¿Tan pronto? - se preguntó ella mientras Hugo ya corría a abrir la puerta. Tras ella esperaba el repartidor, que le entregó un paquete de gran tamaño. Sin embargo, eso no pareció complacerle.

El repartidor ya estaba marchándose cuando Hugo dijo:

-Espera, perdona ¿Esto es todo? ¿No tienes otro paquete para mí?

-No, esto era todo lo que había en el almacén para usted - contestó el repartidor usando un tono y un lenguaje corporal que indicaba a las claras que tenía prisa y que no había nada más que hablar. Pero al notar el abatimiento del cliente, añadió:

-Quizá llegue mañana u otro día. En estos días hay tanto trabajo que normalmente no llegan a clasificarse todos los paquetes que entran. No se preocupe, siempre puede consultar el estado del envío en nuestra página web.

Y tras este alarde de comunicación, el repartidor consideró que ahora sí estaba todo dicho y se marchó hacia su furgoneta dando grandes zancadas.

Hugo cerró la puerta y comenzó a analizar la cubierta del paquete, buscando alguna pista sobre lo sucedido. Carla se acercó y le dijo:

-Quizá sí esté todo en el paquete, muy comprimido.

-Lo dudo, pero vamos a ver... - dijo Hugo, mientras desprendía cuidadosamente las solapas del paquete.

Una vez abierto, rebuscó brevemente entre las bolsas y finalmente se rindió con un:

-¿Ves? Faltan cosas.

-Sí, es cierto... Bueno, a esperar el resto ¿no? - comentó Carla con una sonrisa tímida con la que animar un poco a su novio.

-Joder, ya me había hecho a la idea de que lo haríamos hoy - dijo él con cierta amargura, para inmediatamente después continuar - Oye, aquí hay bastantes cositas como para que al menos hagamos un ensayo general ¿no crees?

-No, ni lo sueñes, Hugo. Tiene que estar todo y ser perfecto, como lo planeamos. Además... - Carla comenzó a rebuscar también - Ni siquiera está mi polla. Sin mi polla no hay nada que hacer.

-Jajaja, tienes razón, cielo. Esperaremos.

Pasaron la tarde en el sofá viendo capítulo tras capítulo de alguna serie de moda. Apenas estaban prestando atención, pero fingían hacerlo porque creían que el otro sí estaba prestando atención.

Carla, como siempre más intuitiva, le preguntó durante el séptimo capítulo:

-Hugo, quizá haya sido mejor así. Ya hemos recibido parte de las cosas. Las ...