1. Masaje para mi esposa


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Anal Autor: esposocornudo, Fuente: CuentoRelatos

    ... le dice, yo lo único que puede hacer por usted es mediante mis masajes usted termine feliz, y sin más pasa su mano desde el coxis hasta la vagina, dando mi esposa un saltito y un suspiro de excitación, sin reclamos.
    
    Pierre comenzó a masajear su vagina sus labios, su clítoris y su ano, es acá donde ella, como nunca la había visto y sentido disfrutaba más. Pierre toma la mano derecha de mi esposa, le da un masaje de arriba a abajo, besa desde sus dedos hasta el hombro, luego sin soltar su mano, la lleva a su entrepierna, donde mi mujer toma su pene erecto, diciendo lo maravilloso que sería disfrutar de un masaje de ese monstruo en su vagina. Ella se voltea, deja ver sus senos duros con sus pezones erectos, levanta un poco sus piernas abriéndolas permitiendo que Pierre le realice un masaje en su vagina, Pierre acerca uno de sus gruesos dedos a la boca de mi esposa, esta lo succiona y lo humedece y lo llevan a su vagina. Ella ya se retuerce por la excitación, Pierre le da a probar de sus propios jugos, a lo cual ella lo disfruta. Pierre se desnuda, mientras ella lo mira con placer.
    
    Pierre, acerca su pene erecto a la boca de mi esposa, ella se lo introduce lo que más puede y comienza a succionarle su miembro. Cosa que a mi nunca me realizo. Yo ya estaba por acabar.
    
    Pierre, desciende hasta la vagina de mi esposa y comienza a lamer desde su ano hasta su clítoris, provocando en ella placer, excitación al máximo, su cuerpo se retuerce, ella pidiendo que pare que la penetre.
    
    El sigue con su juego, insertando sus dedos índice y medio en su vagina y con su dedo pulgar comienza a acariciar su ano, que ya estaba lubricado con los jugos que salían sin cesar de la vagina de mi esposa. Ella jamás me permitió algo así, aunque verla en esa situación me excitaba mucho.
    
    Pierre, sube sobre la camilla, separa las piernas de mi esposa, acerca su pene en la entrada de su vagina y comienza a moverla de arriba a abajo, llegando hasta su ano, sin dejar de masajear su clítoris con su pulgar, mi esposa esta aferrada a la camilla, pidiendo ser penetrada.
    
    Pierre comienza a penetrarla suavemente, sintiendo ella como ese trozo grande y jugoso de carne le abre sus entrañas, llegando hasta donde nunca antes había llegado nadie, ella comienza a respirar agitadamente mientras siente que su masajista toca con sus bolas su culo, sintiendo la cabeza del pene en lo más profundo de su ser, Pierre se queda inmóvil, dejando que ella disfrute este momento. De un momento a otro Pierre, la toma de sus caderas y comienza un vaivén que hace estremecer y gemir como una puta a mi esposa, que pide a gritos que la penetre fuerte. El responde solo con movimiento más duros, le pellizca sus pezones ardientes, inserta sus dedos en la boca de ella, le pide que se gire, quedando en posición de cuatro, con sus dedos húmedos por la saliva de mi esposa, comienza a dilatar su ano, ella participa moviendo en círculos su cadera y sola insertándose en la vagina su verga negra y en su culo los ...