1. Masaje para mi esposa


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Anal Autor: esposocornudo, Fuente: CuentoRelatos

    ... feliz a mi esposa. Pierre, mide 1.85, delgado, musculado, 27 años, su pene mide 23 cm por 8 de diámetro. Le explique que la idea era que le realizara 2 o tres masajes por tres semanas totalmente normal, insinuando a mi esposa que podrían hacer algo más. El acepto sin problemas.
    
    Estando con mi esposa en casa, ya acostados, conversando y acariciándonos, ella me dice que se encuentra muy cansada para tener relaciones. Le dije no te preocupes, buscare la forma de que te sientas mejor. Al otro día en el almuerzo, le entregue un sobre, ella lo recibió muy asombrada, lo abre y lo lee en silencio. Luego de un tiempo, me dice: es verdad o es una broma de mal gusto, me estas regalando 4 sesiones de masajes para mí. Respondiendo yo que era cierto, que era un obsequio por todo lo que hace, y se merecía un regaloneo. Que además podía empezar esa misma tarde con los masajes.
    
    Mi esposa, se comunicó con Pierre, ella es primera vez que asiste a un masajista. Quedaron que las sesiones las realizarían en nuestra casa. Como nuestros hijos no llegan de su colegio hasta las 6 de la tarde, tenía tiempo para su relajo.
    
    Pierre llego puntualmente a las 15:00, se presentó con mi mujer y conmigo. Le explico a mi esposa en que consistía su servicio ante la atenta mirada de mi esposa, que por la forma en que se movía, hablaba, y el color de su rostro, le encanto el masajista.
    
    Mientras Pierre preparaba sus utensilios, le solicito a mi esposa que se quitara su ropa, quedando solo con su bikini. Ella me comento lo profesional que se veía el masajista, además me pidió que me quedara junto a ella, por cualquier cosa.
    
    Pierre, mientras tanto no perdía tiempo, llenando de halagos a mi esposa, lo bien que se veía, lo afortunado que era yo al ser su marido.
    
    Ella se recostó sobre su abdomen en la camilla, Pierre le descubrió su espalda, dejando cubierto solo su maravilloso trasero, Pierre, doblo muy bien la toalla dejando ver perfectamente la entrepierna de mi esposa. Ella por su lado respiraba profundamente al sentir las manos de Pierre recorrer desde su cabeza a sus pies, Pierre pasaba sus manos grandes de gruesos dedos, pero muy hábiles por toda la blanca piel de mi esposa, yo en ese momento ya estaba a mil.
    
    Cuando Pierre le pidió a mi esposa que se volteara, ella le dijo que le daba vergüenza que el la viera, Pierre respondió que era todo profesional y que yo estaba ahí para cuidarle.
    
    Ella volteo, y sus pechos estaban erguidos, sus pezones duros y erectos como nunca, y se podía apreciar que su bikini estaba húmedo por la excitante manera de masajear que tenía Pierre, este comenzó su masaje sobre su cuello, bajo por sus hombros, acaricio el contorno de sus senos, dando mi esposa entrecortados suspiros, bajo por su abdomen mostrando su piel signos de excitación al estar erizados sus bellos, cuando bajo de su abdomen a su cadera y muslos, ella instintivamente se contrajo, apretando el borde de la camilla con sus pequeñas manos manteniendo sus ojos completamente ...
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