1. En la cocina con Belén


    Fecha: 29/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: DrAmores, Fuente: TodoRelatos

    ... entraba y salía mucho más en ella y comenzó el baile hacia el segundo orgasmo, que no tardó en llegar dado el excitamiento que teníamos. Cuando lo tuvo me dijo que parase y que me sentase en una de las sillas de la cocina.
    
    Allí me coloqué y ella se sentó a horcajadas encima de mí haciéndome unos movimientos muy sugerentes hacia los lados, dándome placeres nunca antes sentidos.
    
    Cuando ya casi no podía más, le dije que parase, que si no iba a correrme allí mismo y mirándome a los ojos me dijo:
    
    - Ni se te ocurra, cuando eso ocurra lo quiero en mi boca.
    
    Yo lo flipé bastante, mi mujer era muy reacia a que yo me corriese allí, así que eso me puso mucho más bruto todavía.
    
    - No puedo esperar a que eso pase… me encantaría llenarte esa boca de leche.
    
    - Pues… no se hable más…
    
    Se agachó allí mismo, y me quitó el condón.
    
    - Nooo, qué haces, que no hay más condones…
    
    - Calla, que yo ya me he llevado lo mío, ahora te toca a ti…
    
    Y comenzó a chuparme de nuevo la polla con aquella maestría con la que todo aquello había empezado. Subiendo y bajando, lamiendo mis huevos, haciéndome llegar a un placer extremo que nunca antes había sentido. Yo ya estaba a puntito de explotar y me abandoné al placer. Ya no había vuelta atrás, aquello se iba a terminar de un momento a otro.
    
    - Sigue, sigue, sigue… Dios, cómo la chupas Belén… voy a correrme yaaa.
    
    Y así hice. Descargué en su boca los tres días que hacía que no follaba con mi mujer ni me hacía una paja. Ella no hizo ni un gesto de apartarse, mirándome a los ojos continuó succionando hasta la última de las gotas que mi palpitante polla le entregó. Se apartó y tragó sin dejar de mirarme.
    
    Aquella imagen aún no se me va de la cabeza.
    
    En aquel justo instante oí a mi hijo a decir que si ya nos levantábamos y desperté: que si no era ya hora de bajar a desayunar y ver los dibujos….
    
    Diossss, noooo.
    
    Aquella mañana cuando le llevé al cole no pude mirar a Belén a los ojos, ella creo que sí me miró, quizá soñando también con despejar aquella tensión que nos envolvía a los dos cuando nos quedábamos a solas una vez ellos se quedaban en el cole. Le dije si quería tomar un café en casa, era lunes y el bar donde habitualmente íbamos estaba cerrado… 
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