1. Marcelita 01


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Hetero Autor: adrianam477, Fuente: SexoSinTabues30

    ... seguro. Camila se percató de ello, pero no le dio mayor importancia. La niña inmediatamente se arrancó la falda a cuadros que llevaba por parte baja de uniforme escolar y se tumbó en su cama con las piernitas abiertas. Sin siquiera quitarse la blusa y los zapatos, Marcela se tocaba torpemente su rajita que se le marcaba por encima de sus delicados pantis blancos de algodón mojados justo en la parte que hacía contacto con su tesorito.. Con la otra mano, sostenía el móvil que había debido de extraer del bolso de Camila de camino a casa. En la pantalla del aparato se proyectaba una película porno. Sin saber realmente porqué, la respiración de la niña se entrecortaba y esta percibió unos calores que le recorrían toda su espina dorsal. Sus hermosos ojos cafés se iluminaban con la clásica escena de una veinteañera haciéndole sexo oral a un hombre robusto de unos 40. Al ver esto, Marcela mordió su labio inferior mientras deslizó su mano por debajo del elástico superior de sus braguitas. Apoyó el teléfono en una almohada y sin dejar de tocarse, con su otra mano desabrochó desesperadamente su blusita escolar blanca. Con la blusa abierta y una infantil camiseta interior a la vista, tomó nuevamente el móvil y adelantó un poco la peli. Ahora el hombre bombeaba a la chica por detrás. Esto hacía que la respiración de la niña se acelerara y esta soltaba unos gemiditos apenas audibles. Marcelita no sabía muy bien qué hacer o cómo tocarse, pero percibía una sensación muy rica y agradable al pasar sus deditos por encima de sus delicados labios vaginales. Marcela se estaba masturbando por primera vez en su vida, al menos la primera vez consciente de ello. Antes ya había percibido alguna sensación parecida al rozarse casualmente con algún mueble o montar en bicicleta, pero nunca lo había explorado más allá. Camila siempre la había reprimido de alguna manera diciéndole que no era adecuado que las niñas de su edad se tocaran sus partes íntimas. Fue Lucía, una compañerita de Marcela, quien esa mañana le había mostrado un video parecido en los baños del colegio. Y había sido nada más llegar a casa para que Marce diera rienda suelta a algo hasta ahora desconocido. Había estado aguantándose toda la tarde.
    
    De vuelta en aquella habitación, los pantis de la niña ya estaban a la altura de sus tobillitos. Ella, tumbada en diagonal sobre su camita de princesa, continuaba tocándose torpemente su rajita virginal. No sabía cuánto tiempo le queda hasta que su madre se diera cuenta de que el móvil no estaba en su bolso y comenzara a buscarlo. Marcela ya no daba más de sí. Humedecía con su lengüita sus perfectos labios rosa mientras con su dedo índice buscaba desesperadamente tocar la zona que más gustito le daba: su delicado clítoris rosado en forma de botoncito. Ya ni siquiera veía la pantalla del móvil. Poco a poco se acercaba al lumbral de lo desconocido. Una pequeña gota de sudor bajaba por su pálida frente. Podía sentir como si quisiera hacerse pis. Se tocaba tiernamente los ...
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