1. Tino, mi perverso vecino, me rompe el culo en su casa 2 parte.


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... poniéndose de pie, dijo que ya estaba listo.
    
    Ya tienes bien abierto y dilatado el culito, pedazo de putita, tienes el ojete que te está chorreando, decía dándole unas palmadas en el culo. Ahora quiero ver como te da por el culo tu vecino Dani, quiero ver cómo te coge, decía.
    
    No hizo falta que dijera nada más, el muy vicioso y maricón de mi vecinito, sacándose mi polla de la boca, me agarra de la mano, llevándome hacia el centro del comedor, se echa al suelo poniéndose a 4 patas, esperando a que yo lo montase.
    
    El muy maricón de mi vecinito, se movía totalmente desinhibido por aquel comedor. Se notaba que ya había estado allí otras veces manteniendo relaciones sexuales. Con toda seguridad, allí ya se lo habría follado el perverso de nuestro viejo vecino.
    
    Colocándome detrás de mi jovencito vecino, me puse de rodillas, y al igual que en otras muchas ocasiones que lo habíamos hecho en nuestras casas, pegándome a él mientras este abría las piernas y se agachaba poniendo los hombros y cara sobre el suelo, le fui metiendo mi verga por el culo, quedando ambos acoplados.
    
    Los 2 jadeábamos allí acoplados, yo con la verga dentro de aquel culito que tan bien conocía, con mi pelvis pegada a su jovencito culito, empezando a bombear aquel culito como lo había hecho en muchas otras ocasiones.
    
    Mientras yo y mi joven vecino copulábamos, allí desnudos por completo en la casa del perverso de nuestro viejo vecino, el muy cabrón del viejo Tino seguía sacándonos fotos de nuestro acto sexual. Si antes nos había amenazado con revelar lo que hacíamos, ahora el muy cabrón además disponía de pruebas donde se nos podía ver desnudos por completo realizando el acto sexual. Ahora el cabrón tenía fotos con las que podía chantajearnos y hacernos lo que le diera la gana.
    
    Así que se cansó de quitarnos fotos y mirar cómo follábamos, el muy cabrón nos ordenó que nos levantáramos.
    
    Que hijo de puta, cuando estábamos en lo mejor, nos volvía a interrumpir, dejándonos calientes y excitados como burros. Con ganas de estrangularlo, saqué mi polla del culito de mi joven vecino. A ver que ostias se le ocurría ahora al viejo aquel.
    
    Al cabrón no se le ocurrió otra cosa que colocarnos a los 2 de pie, apoyados sobre la mesa del comedor, y allí recostados con el pecho sobre la mesa, abiertos ambos de piernas, al igual que si fuéramos yeguas amarradas, listas para ser montadas por el macho y ser así acopladas.
    
    Una vez colocados de pie tumbados sobre la mesa como nos había ordenado, empezó aquella caliente y excitante cópula.
    
    Primero le introdujo aquel enorme y sabroso rabo por el culo, al jovencito de mi vecino, haciéndolo chillar y gemir de placer, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh!
    
    Dios, mi polla había dado un respingo al escuchar como gritaba y gemía mi joven vecino. Ambos estábamos agarrados por las manos, entrelazando nuestros dedos, y noté como apretaba mi mano mientras una corriente eléctrica recorría mi espina dorsal. Relamía con mi lengua los labios, deseando ...
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