1. El hijo de mi prima


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: Flor Salada, Fuente: TodoRelatos

    ... redondo, del que estoy muy orgullosa. Afortunadamente, el muchacho se dejó hacer, muy dócil.
    
    Lo hubiera masturbado hasta el final, pero me acordé del vestido. No quería que su semen acabara en él. Me di la vuelta y nos miramos, leyendo como temía su turbación cuando vio cara a cara a su tío con la peluca, pero también comprobé su excitación en la intensa dureza de su rabo pues yo no lo había soltado en ningún momento. Le pedí que no le dijera nada de latía Carla a su madre, cosa que aceptó comprensivo. Me puse de rodillas y lo empecé a masturbar, mirándolo muy zorrona. Mi sobrino también me miraba y empezó a temblar, pero como aún me guardaba respeto no se atrevió a pedirme nada. Una no es de piedra y quise disfrutar a placer de esa polla joven y vigorosa, tan poco frecuente en los círculos en los que me muevo como Carla, así que le empecé a chupar el capullo.
    
    Le pregunté si le gustaba lo que estaba haciendo y me dijo que sí. Empecé a tragar más rabo y me puse a mil, no puedo evitarlo cuando tengo una polla nueva entre manos. Usé la lengua y le pregunté si yo era su tía favorita, a lo que me contestó que le encantaba mi culo. Le hice hablar de él mientras le mamaba y me di cuenta que yo misma pausaba mis lamidas tal y como hacía con otros hombres, para evitar que eyaculen y no irme sin que me follen. No obstante no estaba preparada para dar ese paso, pues mantenía ciertos miramientos por ser él quien era. Bastante teníamos los dos con la mamada. Hubo un momento en que se dio cuenta de que mi boca era todo lo que obtendría y empezó a balancear la cadera hasta que me regó con su semen caliente. Estuve atenta de tragármelo todo, no sólo por gusto, sino para no dejar alguna huella el vestido de su madre, pues aún lo llevaba puesto. Antes de irme, le dije que me llamaba Carla y me devolvió una sonrisa cómplice antes de decirme lo encantado que estaba por conocerme.
    
    Al día siguiente, a pesar de la determinación inicial de no caer en la tentación, las miradas y roces de mi sobrino me tuvieron todo el día en tensión. Después de comer, en cuanto mi prima dijo que se iba a trabajar, me fui a mi habitación y me vestí con mi ropa. Él me esperaba en su cuarto y se le iluminó la cara cuando me vio con las medias y la minifalda. Le pedí el favor de recrear nuestro encuentro el día anterior para hacer unas fotos como recuerdo. El chico accedió, y le tuve que insistir para que usara una máscara. La cosa se fue calentando más y más, y después de fotografiar la felación simulamos una penetración.
    
    Frené con cierta maldad su desenfreno y le dije que íbamos a cambiar de modelito, volviendo a vestirme con mi ropa, pues con ella me sentía con más libertad de acción. Fui posando para él, hasta que llegué al pequeño sofá que tiene mi prima en el dormitorio. Allí me puse a cuatro y de tanto moverme se me salió el clit por un lado del tanga, pero a él no pareció importarle. Finalmente, mi sobrino se acercó para que jugase con su polla.
    
    Le di el gusto que el ...