1. Merche y sus guarradas en las clases particulares


    Fecha: 06/05/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Cerditoescritor, Fuente: TodoRelatos

    ... babas que quedó colgando, balanceándose.
    
    Igual se balanceaban ambas pollas cuando la rubia las soltó para, llevando sus manos a las tetas y levantándolas para ofrecerlas a los dos salidos. Decirles:
    
    -Venga, echadme una buena meada.
    
    La del gordo desde luego se balanceaba menos debido a su dureza y a su longitud. La del tonto parecía una lanza puntiaguda apuntando a la cara de Merche. El gordo agarrando su nabo por la base lo apuntó a la cara de la rubia, mientras que su primo para poder dirigir el chorro tenía que agarrarse la polla prácticamente por la mitad para levantarla como una manguera.
    
    La primera en brotar fue la fuente del canijo. Un pequeño chorro empezó a caer al suelo salpicando los vaqueros de Merche para ir poco a poco subiendo la curva y llegar a las tetas de la caliente hembra. Merche, empezando a estar ya cachonda, recogía con sus manos el dorado líquido y lo extendía por todo su pecho y cuello. Entonces la polla del gordito reventó como una cañería. De golpe un chorro de meado oloroso golpeó la cara de la rubia, que abrió la boca para recoger todo lo posible. Así un caño llenaba la boca de Merche y el otro la bañaba de orín, ya que resbalaba de sus tetas por todo su cuerpo desembocando en su coño mojándolo de aquel caldo caliente.
    
    Acabadas las meadas, la rubia se adueñó de los dos nabos. Los sacudió salpicando su cara y brazos de gotas e inmediatamente fueron por turnos a parar al interior de su boca. Cada una le presentaba una dificultad que ella en su ansia de sexo las superaba con creces. La gorda por su anchura, que la forzaba a abrir al máximo su boca tragona. La otra su longitud, que, si hasta la mitad le entraba sin dificultad, a partir de ahí cada centímetro que tragaba le sacaba las lágrimas por el esfuerzo. Los niñatos que jamás se habían visto en una situación así comenzaron a notar como la leche empezaba a subir de los huevos.
    
    Merche notó en el temblor de las piernas de los machos que las corridas se acercaban. Se centró en el gordito metiendo la gorda polla hasta el fondo y agarrando de las nalgas aquel culo gordo apretándola contra su cara.
    
    -Hostia puta como chupas tia. Me voy a correr en tu puta boca – dijo el gordo. La rubia en señal de que era lo que ella estaba deseando, palmeó las nalgas del gordo apremiando a que se vaciara en su boca.
    
    -Me corro cabrona, que me corro… ahhhhhh que gusto, tomaaaa – gritaba el gordito vaciando sus huevos en la boca de Merche. Cuando dejó de temblar su cuerpo, la rubia empujando su fofa barriga lo separó para enseñarle su boca abierta. Mostraba toda su lengua cubierta de una lefa blanquísima y espesa. Puso sus manos a modo de cuenco y dejó car el asqueroso contenido de su boca en ellas. Tras deleitarse observando la buena lefada del gordo, lo llevó de nuevo a su boca absorbiéndolo de una sola vez.
    
    El gordo se fue vistiendo mientras Merche agarraba la larga polla del tonto del primo. Entonces decidió agarrar la prenda que aún le impedía ver los cojones ...
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