Preparando oposiciones con el profesor - Relatos Eróticos

Preparando oposiciones con el profesor

... volvió a sonreir. -Mira!- se levantó y sacó de la mesita un vibrador rosa y blanco cuya forma no había visto nunca.

-¿Conoces esto?- No, respondí con una cara totalmente alucinada.

-Es un succionador de clítoris. Te lo colocas ahí y va haciendo eso, una especie de masaje extraño que hace maravillas- Me lo mostró de cerca y pude examinarlo con detenimiento. - Una cosa tan simple ¿puede darte todo eso que dices?- le dije.

-Por supuesto. Quieres ver como se coloca? Bueno, lo siento, quizá he sido demasiado atrevida ....

Sentí un punzonazo en el estómago y un bloqueo mental, porque ... qué responde un profesor que le lleva, además, 20 años de diferencia a la chica? Pues me armé de valor y dije "bueno, si quieres..."

Sin dudarlo ni un momento, con su expresión de sonrisa, bajó un poco la parte de delante del pantalón estrecho arrastrando unas braguitas con un filo rosita y apareció una vagina que tenía algo de pelo, pero perfectamente rasurado, y de color claro, como el pelo de su cabeza.

Me quedé atónito ante aquello.

-Mira- dijo mientras apretaba un botón del aparato. -Esto funciona con el móvil o también manualmente, como lo estoy haciendo- Sonó de nuevo el ruido propio de una vibración, y buscando el clítoris con pequeños movimientos, lo colocó y terminó de posicionarlo. Claudia levantó la vista y aún sonriendo me dijo "y ya está. Ahora él hace su trabajo y .... (su voz se entrecortó un poco) mmmeee .... (se mordió levemente el labio y los ojos se cerraron y abrieron lentamente) quedo esperando" (se esforzó por terminar la frase.

Su cuerpo comenzó a acomodarse en la silla con el añadido de movimientos de cadera muy sutiles. No dejaba de mirarme y me dijo de nuevo "es que esto da mucho gusto y es dificil pararlo..." Yo seguía como un espectador de piedra. Claudia arrastró un poco su culo para estirar más su cuerpo y rozó mi pierna con su pie. No fue a propósito, pero creo que le activó más su calentón ya que el pie seguía acariciando en pequeños movimientos mi pierna. Tanto su respiración como sus labios modulaban constantemente.

-Dios como me estoy poniendo Carlos- y comenzó a subir la pierna hasta llegar a mis muslos. Yo me quedé atónito mirando como la pierna de Claudia se deslizaba y buscaba obviamente mi pene. Como la chica vio que yo seguía sin hablar continuó su ascención y por fin sus cinco dedos llegaron a mi herramienta que logicamente estaba durísima.

-Ufff, veo que tú también estás bien. Vamos a tener que hacer algo con esto- dijo ya con una voz totalmente sensual, sin quitar una sonrisa que cambiaba en gestos de espamos que iba produciendo el succionador.-mmmm- volvió a soltar en una de esas que acompaño con una subida de caderas. ç

-Como sigas así te vas a correr en un minuto- Fue lo único que se me ocurrió decir.

-¿Y no prefieres correrme tú? continuó con el mismo tono de voz. - Abre el pantalón y enséñame lo que tienes ahí, que tiene que estar triste por estar encerrado, anda.

Me levanté de la ...