1. La cuñada de Mara quiere que le cuente


    Fecha: 17/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: Demian1558, Fuente: CuentoRelatos

    A Mara la conocí cuando llegó al grupo de NA, al principio simpatizamos por esa sensación de afinidad que se siente en la piel, no coincidíamos mucho en ideológicamente, pero nos causaban gracia las mismas cosas, nos caían bien las mismas personas a tal punto que a la salida de cada reunión nos reuníamos los cinco, ella, tres compañeras y yo el único varón, en algún bar o en mi departamento o en el de ella aprovechando que en ese momento ambos vivíamos solos.
    
    Es indudable que además Mara atraía físicamente tanto a hombres como a mujeres: flaca, alta, un culito de esos hechos con compás y unas tetas pequeñas, pero bien paradas tipo perita, siempre vestía de jeans ajustados, botas aún en verano, y remeras o musculosas al cuerpo y sin corpiño, por lo cual sus pezones siempre se marcaban en la tela.
    
    Con el tiempo fuimos convirtiéndonos en amigos casi inseparables, comíamos juntos, dormíamos o en su casa o en la mía, andábamos en bolas uno delante del otro, sin sexo de por medio en esos tiempos, éramos una especie de amigos exhibicionistas y pajeros, que nos regodeábamos viéndonos desnudos y tentando uno al otro.
    
    El único contacto con su familia era a través de una cuñada que vivía en Corrientes y la llamaba todos los viernes, era el único momento que ella se iba a otro cuarto a hablar. Un día le pregunté porque no hablaba delante de mí con la cuñada, me contestó con una sonrisa entre juguetona y sensual que era algo secreto entre ellas, le dije que entre nosotros no había , entonces me dio un piquito y me prometió que si me portaba bien el próximo viernes hablaría a mi lado con el altavoz.
    
    El viernes siguiente estábamos charlando los dos en la cama de ella, Mara solo con una bombacha rosa y yo en calzoncillos, cuando llamó Susana, la cuñada:
    
    S: Qué hace la más puta de mis cuñadas?
    
    M: La única puta, porque tenés una sola, y qué dice la pajera de mi cuñada!
    
    S: Yo preparándome para la paja y vos qué estabas haciendo?
    
    M: Yo aquí sola: le dijo mientras me guiñaba un ojo sonriente: en bolas tirada en la cama esperando tu llamado, va, en bolas no, tengo una tanga chiquita rosada: mientras lo decía se la estiró con la mano haciendo que se le metiera en la concha marcándole sus labios carnosos, que si bien yo los conocía no dejaban de atraerme, más aún con el giro que estaba tomando la conversación.
    
    S: Y contame, se te mete la bombacha en la conchita?
    
    M: Y…? Un poquito…: Le contesta mirándosela y después a mí, que había girado hacia ella apoyando el codo en la almohada y la cabeza en mi mano para poder verla mejor, sobre todo la cara de puta que ponía al relatarle a la cuñada, consciente que indudablemente sabía que eso la excitaba.
    
    S: Pero decime guacha un poquito o mucho, sabés que tu hermano va a querer saber.
    
    M: Quién es el que quiere saber, él o vos?
    
    S: Él y yo, él porque vos sabés cómo lo pone todo lo tuyo cuando le cuento, y yo para poder contarle esta noche, sabés que hace rato es la única forma que me coja es ...
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