1. Lucia. Infidelidad necesaria. 1.


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: MaduroMasajesEllas, Fuente: TodoRelatos

    ... de los gemidos que salían de su boca para incluso oír como ella decía que le estaba gustando tanto y hacia también tanto tiempo que no sentía, estaba claro una cosa, que Lucia estaba disfrutando de que un hombre le dedicará el deseo sobre ella en estos momentos en sus tetas. Mis manos incluso, la que no estaba jugando con mi dedo en su pezón, acariciaba su trasero sensualmente, metiéndose mis dedos por su raja, pero sin llegar a tocar su ano o sus labios, y entonces le oí decirme casi en gemido sensual:
    
    — Que maravilla de hombre que sabe ponerme tan caliente solo con mis tetas.
    
    No hacía falta que ella me dijera que siguiera o que se lo hiciera más lento o más fuerte, le estaba gustando tanto que supe que incluso estaba bien mojada en el interior de su cueva, porque aunque no lo crean muchas personas, un buen trabajo bucal en las tetas de una mujer, aunque supongo que en la de los hombres será igual o parecido, hace que se estimulen ciertos órganos sexuales y ella estaba en la gloria con lo que le hacía, además no le daba intención de pensar en si pasábamos a otra parte de su cuerpo, tampoco le daba a entender que necesitaba penetrar su coño, simplemente estábamos disfrutando, sin prisas, sin pausas, solo dos personas, una mujer y un hombre que se acababan de conocer, ambos ya adultos, yo más que ella, ella sabiendo incluso que los preliminares eran algo que me gustaba hacer, por tanto, no había prisa por nada, y seguíamos gozando de nuestros cuerpos, yo lo hacía más y ella aunque no me tocaba nada más que mi cabeza pero estaba en la puta gloria al recibir de un hombre maduro el placer que añoraba desde hacía tiempo, por eso cuando me separo mi cabeza de sus tetas y me miró fijamente solo supe que deseaba otra cosa. Su boca se acercó a la mía. Metió su lengua en mi interior, que de tanto salivar con sus pezones incluso degusto mi propia saliva. Y mientras nos morreábamos, porque no era un beso con pasión, era la lujuria que nuestras bocas deseaban en dicho momento, note como ella alzaba una de sus piernas para ponerse alrededor de mi cuerpo, incluso hizo el intento de sentarse en mis piernas pero yo al estar sentado medio abierto de piernas hice que ella abriera del todo sus piernas, cosa que me hizo notar que deseaba lo que vulgarmente se dice coloquialmente “me quiero sentar encima de ti mientras seguimos morreándonos” y yo no voy a decir a una mujer que me está metiendo la lengua hasta casi la campanilla que no se siente encima de mis piernas, al contrario, deje que lo hiciera, para que cuando nos separamos las bocas poder ver que ahora sus piernas si estaban bien abiertas, incluso si hubiera pasado alguno de mis dedos por debajo de la hilera de hormigas que tenía en su vello púbico le hubiera gustado, pero a veces hay que aguantar las ganas para disfrutar más del deseo, ya que luego tendría todo el tiempo para que mis dedos jugaran con su preciado tesoro. Por eso cuando ella se sentó y se separó de mi boca solo le pude decir:
    
    — Joder ...
«1234...10»