No me queda otra que tragar - Relatos Eróticos

No me queda otra que tragar

... misma boca, sino mi estado adormecido, pues incluso en esos momentos parece que estoy en el limbo... uuummm!!. Y escuchar a este vagabundo, decir al otro...

Decir, y entre risas, escuchar al otro responder...

Y acto seguido, ver por el rabillo del ojo, como ese otro vagabundo se me arrodilla tras de mí, y tras palmear mis nalgas hasta en dos ocasiones, ¡siento como me va introduciendo su glande... ooohhhh!!. Y a los segundos, dejarse caer hacia delante, cuya consecuencia es la penetración total de su polla... uuummm!!, acabando por colocar primero sobre el suelo, y poco después en mis caderas, y comenzar a penetrarme... aaahhh!!.

E ignoro el tiempo de semejante violencia, pero me vi insertado por esos dos vagabundos, comiéndole a uno la polla, mientras ese otro me reventaba con su pollón... uuummm!!. Y entre risas, jadeos, suspiros, y gemidos, no dejando de insultarme, ya sea insultos humillantes, como groserías... uuummm!!. Escuchando a uno de ellos soltar...

Decir, y el otro cuya contestación, no solo fue una bufonada, sino un grito de satisfacción de darle por venirse, sintiendo como el muy cerdo me preñaba... ooohhh!!. Y acto seguido, costarme respirar, cuando ese otro sucio cabron, comenzaba a descargar dentro de mi boca, obligándome a tragar... uuummm!!.

Y darles por incorporarse mientras yo continuaba en el suelo, viendo que para nada le daba lastima o pena, pues cogieron y les dieron por orinarse encima, cuya humillación se me hizo mayor. Y cuando finalizaron, estos me dijeron mis cosas, y no contento con haberse aprovechado de mí, o humillarme. Cogió uno de ellos, y le dio por tirarme mi móvil, donde pude ver como los muy hijos de put..., les dio por grabarme y fotografiarme.

Imágenes que me quede en blanco, pues no eran otras que ver como ese primero me follaba, mientras al segundo se la chupaba, fotos y grabaciones que continuaban, cuando estos se intercambiaron.

Pero debo deciros que, para mal trago o la peor experiencia de esa noche, fue cuando acudí a la comisaria esa misma noche, deseando denunciar los hechos. Y darme por contarle lo sucedido, mientras uno de estos agentes de la ley me miraba, ese otro, no dejaba de interrogarme, como si el culpable fuera yo. Y acabar un tercero por preguntarme, aquello de...

Y aunque, le confesé que me obligaron a tomarla, uno de estos me hizo saber que las denuncias de este tipo, no tenían después de eso mucho peso, por muchos fundamentos que tuviera. Acabando por marcharme, tal como entre, o sea sin nada que hacer, viendo como lo dicho por aquel vagabundo tenía mucha razón.

Y que, aunque el mal trago aun lo tenía en el cuerpo, no solo lo digo por las magulladuras, moratones, y demás dolores, sino también por el ‘mal’ trago que me hizo pasar esos dos vagabundos. Individuos que tuvieron la mala ‘fe’, de fotografiarme y grabarme en ese comprometido momento. Imágenes y videos que pude ver con detenimiento al tiempo que me hacia una paja, pues el pollón del que me follaba ...