1. No me queda otra que tragar


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Gays Autor: Jhosua, Fuente: TodoRelatos

    ... que era lo quería, y que creo recordar que fueron minutos, tiempo en que me entro una especie de adormidera.
    
    Y no sé qué tiempo me lleve de esta manera, pues no me pude ni mover, menos aun cuando escuche unos murmullos, estaba como adormecido, como si mi cuerpo no me respondiera. Y es cuando, siento como le dan por zarandearme al tiempo que me decían algo, fueron momentos de miedo nuevamente, pues me costaba abrir los ojos.
    
    Y la verdad ya no solo fue eso, si no cuando de nuevo sentir como me abofeteaban, momentos en que me vuelve a la cabeza a esos tres maleantes, llegando a pensar si venían a por más. Pero la sensación la verdad fue otra, pues sentí como me cogían por los brazos y me hacían mover hacia un lado, acabando por intentar reanimarme, o eso pensé cuando uno de ellos me hizo la reanimación de ‘el boca a boca’.
    
    Y cuando sientes como me palpan, sensación que me hace pensar que están averiguando si tengo algo roto, y que tras unos minutos se quedan inmóvil, y acto seguido, intentan abrirme los ojos, separando mis parpados. Y ver por mi parte algo borroso en la penumbra, ver dos siluetas y poco más, individuos que vuelven a soltar mis parpados, sintiendo como tiran de mis pantalones, mientras escuchas susurros y risas.
    
    Y comenzar lo imaginable, pues sentí algo frio y punzante deslizarse por mi pecho, y como acto seguido mi suéter se desliza por mis brazos, quedándose a la altura de mis codos, y por como ha quedado, me da la sensación que estos lo han cortado. Pensamientos que me hacen ponerme mucho más nerviosos que los anteriores maleantes, cuando siento como tiran de mis pantalones, y acaban por sacármelos de los pies.
    
    Y lo imaginable se hace realidad, cuando noto como le dan por tapar mi boca alguna prenda, y notar en segundos minutos, como vuelvo a sentir ese filo fino y frio, como si fuera un cúter. Y siento como le da por cortar la única prenda que me queda, no siendo otra que mi bóxer, sintiéndome indefenso, ya no solo por mi estado, pues parece que estoy como somnoliento.
    
    Y además son momentos que, tengo la sensación que estoy siendo observado, como si estuvieran mirándome, y quizás hasta trajinando algo. Sintiendo al momento como unas manos, vuelven a palparme, pero en este caso, lo hacen sobre mi cuerpo desnudo, manos bastas, llenas de arrugas, e incluso malolientes.
    
    Manos que doy por hecho que deben de ser dos hombres, y que, por su forma de oler, no solo refiriéndome a vino, sino también a un olor nauseabundo, dando por hecho que son vagabundos. Hombres que, por su forma de tocar, da la sensación que no han visto un chico como yo. Algo que me da mucho temor, pues si en alguien normal imagino sus miradas, en estos por su forma de tocarme, no hace falta imaginar el resto.
    
    Y como son minutos, tiempo en que tardan estas ‘ratas’ en echarse encima, comenzando a magrearme y manosearme de aquí para haya, sintiendo sus bocas, lenguas e incluso dientes... uuummm!!. Como uno de ellos, le da por introducir ...
«1234...»