1. Cosas que pasan


    Fecha: 17/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Grabi, Fuente: TodoRelatos

    ... fuerza.
    
    Pero no me dejó doblarme, sus delicadas manos me sujetaron por los hombros.
    
    Me miró y sonrió, noté como su rodilla impactaba justo en medio de mis pelotas ya doloridas y entonces sí me soltó.. y caí al suelo de rodillas sujetando mis huevos con mis dos manos.
    
    Quede a la altura de su coño marcado en licra negra, casi podía oler el sudor de su entrepierna, luego mire hacia arriba solo para ver cómo su puño se estrellaba contra mi mejilla mandándome al piso.
    
    Me puse en cuatro patas y trate de huir pero entonces noté su empeine chocar de nuevo contra mis huevos, esta vez quedé en posición fetal en el suelo, sin poder moverme y con ganas de vomitar con un hilo de baba cayendo por mi mejilla apoyada en el suelo.
    
    La busqué con la mirada y la vi girar la esquina para marcharse de allí a toda prisa, a pesar del dolor no pude evitar fijarme en su espectacular culo y sorprenderme de que mi polla no había perdido toda su fuerza.
    
    No sé cuánto tiempo pasó pero yo no me podía mover, me dolían los huevos horrores y no tenía fuerzas para levantarme, me arrastre por el suelo patéticamente intentando llegar al salon y pensando en lo que acaba de pasar sin duda merecía la paliza que me acababa de dar… pero diría algo? ¿Me denunciará? El dolor no me dejaba pensar con claridad y mientras me arrastraba hacia el salón y estaba apunto de llegar escuche un portazo.
    
    Mierda! Mi mujer? Ya había llegado de trabajar? Me iba a encontrar en el suelo con los huevos hinchados y sus leggins puestos con una gran corrida dentro de ellos? Sin duda me costaba el divorcio y encima no sabía que iba a hacer mi vecina… estaba perdido… y lo merecía.
    
    Traté de levantarme con dificultad y me apoyé en la pared cerca del sofá esperando ver a mi mujer, pero lo que vi fue a mi vecina girar la esquina con cara de pocos amigos.
    
    No pude ni reaccionar, su pie voló de nuevo a mis huevos estrellándose contra ellos con fuerza y mandándome al piso de nuevo.
    
    -puyo cerdo- dijo con una voz tan fría que me helo la sangre -te voy a joder cabron- me agarró del pelo y me arrastró hasta el sofá sin esfuerzo, solo entonces vi que en su mano sostenía una enorme polla de plástico, una polla que parecía muy real, con huevos y todo.
    
    Me dejó caer sobre el sofá apoyando mi torso contra el asiento.
    
    -cabrón- dijo mientras con sus pies separaba mis piernas desde atrás -aunque yo soy más cabrona que tú cerdito- dijo terminado de separar mis piernas.
    
    Noté como la punta de su pie se clavaba de nuevo contra mis huevos, el dolor superaba lo indescriptible, nunca había sentido nada igual, pero a pesar de todo mi polla seguía apretando los leggins que portaba.
    
    Noté su mano sobre mis nalgas, acariciandolas y apretándolas incluso azotandome.
    
    -jajaja vaya cerdito si tienes un culo bonito y todo jajaja- su hoz burlona llegaba lejana a mis oídos, entonces noté como su mano se metía entre mis piernas acariciando mis huevos y mi polla -pero si todavía estás duro cerdito, te gusta que ...