1. La calentura es mucha


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Hetero Infidelidad Autor: Tita, Fuente: SexoSinTabues30

    ... el morbo de que ella pudiera despertarse con el movimiento y nos descubriera en plenoclinch amoroso. Cuando se despertó la niña, tapé a Roberto con la cobija y me llevé a la niña al baño. Roberto se vistió, salió y nos esperó afuera, así que mi hija no se enteró más allá de lo que la mecimos en la cama.
    
    La otra fue con Eduardo y tuvo más sicalipsis. Te recuerdo que mis parejas y yo no usábamos ropa interior en nuestros encuentros, preferentemente yo traía falda o algún pantalón holgado al cual le descosía un poco la zona de la entrepierna. Fuimos a una función de títeres para niños que se presentaba en un teatro pequeño. Estaba lleno y logramos dos lugares en la última fila donde se sentaron los niños y nosotros nos acomodamos en la parte trasera de esa fila, a un lado de la cabina de proyección y control de luces. Cuando inició la función y se apagaron las luces, Eduardo se colocó detrás de mí, se sacó el pene y me levantó la falda. ¡Rico…! Toda la función estuvimos de pie cogiendo de cucharita o bajando uno para chupar el sexo del otro. Si alguien con buena vista hubiera volteado hacia atrás, se hubiese dado cuenta que la función estaba mejor colocándose de espaldas a los actores.
    
    Cuando salíamos con los niños, ellos iban en la parte trasera del vehículo y nosotros nos manoseábamos a gusto. Ellos no veían desde atrás, o si se asomaban hacia adelante, casi siempre traíamos un suéter o una chamarra cubriendo los sexos que traíamos uno a disposición del otro.
    
    Quien primero durmió una noche conmigo, fue Eduardo. Una noche, después de haber dejado a mis hijos durmiendo en su recámara le dije “Ya llevamos casi un año de hacer el amor, pero nunca hemos pasado una noche juntos, quédate hoy a dormir conmigo”. Eduardo, en principio se negó: “Aún no estás divorciada, tu marido anda de viaje, pero tus vecinos se darían cuenta”.
    
    Me molesté y le retobé “¡Qué me importa lo que digan los vecinos! Ya nos vamos a divorciar, él sabe que ando contigo y no me importa lo que él diga, ¡menos lo que diga el resto del mundo! Pero me preguntó “¿Qué les dirás a tus hijos en la mañana cuando despierten? o si alguno despierta en la noche y viene a tu recámara”. Eso no me preocupaba, pues los niños no acostumbraban levantarse en la noche y se lo aclaré “Le ponemos seguro a la puerta por si las dudas y te vas antes de que ellos despierten. Quédate”, le supliqué al tiempo que le sacaba el pene y lo besé como yo sabía que se excitaba mucho.
    
    Sin dejar de besarlo, lo abrace para que sintiera mi pecho sólo cubierto por la blusa, sin el sostén que ya me habías quitado junto con las pantaletas desde que él llegó. Ninguno usaba ropa interior cuando alguno me visitaba, así que mi mano fue dentro de su bragueta, tomé su miembro y lo froté en los vellos mojados de mi vulva para que creciera de tamaño rápidamente.
    
    Eduardo metió el glande en mi raja y yo lo tomé de las nalgas para meterme todo su miembro. Lo empujé hacia el sofá del estudio de mi marido, donde estábamos ...