1. El enfado de Elena


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Masturbación Autor: Chigron, Fuente: TodoRelatos

    ... deslizaban por los muslos y caían al asiento, que por suerte no era de tela, ya que hubiese dejado una mancha difícil de explicar. Y es que Elena siempre fue de mojarse mucho cuando está excitada, como bien sabía todo aquel que alguna vez consiguiera llevarle su calentura al máximo. Como bien sabía Pedro desde hacía mucho tiempo, desde antes incluso que Elena acabara casándose con Eduardo.
    
    En aquel homenaje masturbatorio ella echó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos. No podía concentrarse mientras seguía leyendo, y ahora sólo quería alcanzar el máximo placer que podía brindar a sus sentidos. Así, los últimos párrafos de la lectura cayeron en un punto y aparte, mientras que enterraba sus dedos en la vagina todo lo que podía, intentando alcanzar todos las zonas de placer de su interior, haciendo con esos dedos “el anzuelo” para lograr frotar su parte rugosa, lo que le generaba esos envites placenteros que acompañaban rítmicamente a sus gemidos, cada vez más fuertes. Nunca había sido demasiado gritona en la cama, algo que incluso alguna de sus parejas le llegó a reprochar en algún momento. Pero ese día se sentía desatada, y el saberse sola, sin la familia en casa, sin vecinos ni arriba ni abajo, hacía que su cuerpo quisiese gozar incluso por el oído, oyéndose proclamar todo el placer que un simple texto en el ordenador era capaz de generarle.
    
    Siguió dándose caña con ambas manos, cada vez con más fuerza, intentando llegar más al fondo con los dedos de la mano derecha, mientras que con la izquierda seguía frotándose su pequeño botón, en tanto se acordaba aquellos momentos en los brazos fuertes y largos de Pedro. El sudor ya la bañaba completamente, y toda la habitación olía a sexo y a hembra insaciable. Sus movimientos se hacían vibrantes, cada vez más cercanos al paroxismo del orgasmo, y sus líquidos vaginales hacían sonar con un “chof-chof” continuo que hacían que se calentara aún más.
    
    Finalmente, con un gemido sordo y prolongado Elena aceleró los movimientos durante unos segundos que la llevaron a arquear la espalda, y se corrió con fuerza, sintió como si un temblor acabara tensando todo su cuerpo como en un inmenso calambre, haciendo que hasta los dedos de los pies se curvaran hacia abajo en una inmensa contracción que dejó el cuerpo de Elena saciado de placer.
    
    -Madre mia… como necesitaba esto- se dijo con una sonrisa en los labios. - Aunque ahora habrá que recoger-
    
    Se quitó el tanga, completamente empapado y lo lanzó hacia el baño. Después de acomodó el sujetador, y se fue caminando a por una toalla, con la que secó sus piernas y manos, y después la silla, y un pequeño charco que se había ido formando en el suelo. “Menudo desastre” volvió a pensar mientras las mariposas recorrían su chochete, muy sensible tras el ratos que le acababa de dedicar. Y al agacharse para limpiar en el suelo, la nariz aspiró muy cerca de la silla, donde su olor más personal había quedamos impregnado. Esto hizo que sus sentidos volvieran a activarse, ...
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