1. Secretaria (una nueva perversa en la ciudad)


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: lamascota, Fuente: SexoSinTabues30

    ... quería ser la mujer que el necesitaba, si me lo permitía.
    
    Él se sonrió, y me pidió que me pasara del otro lado del escritorio, junto a él. Me acerque a él, y note que tenía el cierre abajo, y su pene de fuera.
    
    Para ser una persona de menos de 1.70 tenía un pene enorme. Lo tenía muy erecto, se veía duro como de piedra, marcado por las venas, la piel era obscura, y se veía que era de un hombre maduro por las canas de los vellos púbicos que se asomaban.
    
    Ya que estaba junto a él, se abrió de piernas y me vio como invitándome a su pene. Me agache un poco, y comencé a acariciárselo, pasaba mi mano por todo el pene, e incluso le daba unos jaloncitos.
    
    Él se puso de pie, me subió la falda, y con su mano, coloco su pene entre mis piernas enfundadas por las medias. Me pidió que cerrara bien las piernas, las cerré, me tomo de las nalgas con sus manos, y comenzó a moverse como si me cogiera, masturbando su pene con mis piernas. Yo solo atine a abrazarlo mientras el sobaba su pene en mí.
    
    De pronto, me comenzó a besar, nos besamos por largo rato, y cada vez apretaba más mis nalgas y movía su pene más rápido. Empecé a sentir mojado entre mis piernas, su cabecita estaba sacando ese delicioso lubricante de los penes, y en el movimiento, se quedaba embarrado en mis piernas.
    
    Pasados varios minutos, se detuvo, con un suave movimiento de su mano, acaricio mi muslo, haciéndome saber que tenía que liberar su pene. Abrí un poco mis piernas, y vi como su pene estaba algo rojito de la fricción. Se separó, y comenzó a quitarse la ropa. Mientras lo hacía, yo también me quite lo que traía puesto, y me deje solo el teddy con las pantimedias y los tacones. Mientras me desvestía, mire la parte de entre mis muslos donde había estado su pene, y note que estaba toda embarrada de su líquido seminal, y roja también de la fricción.
    
    Ya que él estaba completamente desnudo, se sentó de nuevo en su silla. Esta vez, sin que me dijera nada, yo sola me hinque porque deseaba ya probar ese tronco que tenía por pene.
    
    Comencé a meterlo en mi boca, comúnmente beso primero los testículos, pero esa vez, ansiaba ya comerme aquello. Chupe la cabecita de su pene, y poco a poco fui bajando en introduciéndolo en mi boca. No pase más de la mitad, cuando ya sentía que me llegaba a la garganta. En ese momento me sorprendí, lo había visto grande, pero hasta tenerlo dentro, no había reparado en su tamaño real.
    
    Estuve mamándoselo por varios minutos, era delicioso y lubricaba mucho, así que me encantaba ese sabor ligeramente salado de su líquido seminal que segregaba por la cabeza de su pene.
    
    Por momentos pensaba que el controlaría la situación, y metería su pene hasta el fondo, pero me debajo a mi hacer lo que quisiera. El solo gemía con los ojos cerrados.
    
    Empecé a lamer sus testículos, y dejaba que su pene me cayera en el rostro mientras lo hacía. Era casi del tamaño de mi cara. El acaricio mi rostro mientras besaba sus testículos, y de pronto, se levantó de la silla. Yo me ...
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