1. Secretaria (una nueva perversa en la ciudad)


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: lamascota, Fuente: SexoSinTabues30

    ... un teddy. Que son como leotardos, pero con encajes y en la entrepierna tienen ganchitos como los sostenes para poderse abrir de esa zona. Decidí que mejor que usar un sostén, usaría el teddy, al fin que así me quedaría como lencería por si pasaba algo más. Ya al final, solo me quedo buscar tacones. De entre sus zapatos tome unos tacones sencillos de color negro. Tenían un tacón alto y delgado, y eran como de charol. Mi tía calza de 6 y yo del 8, sin embargo, sabía que si no caminaba mucho, los podría soportar.
    
    Ya que tenía todo, comencé a meterlo a la mochila que llevaba conmigo. Salí del cuarto de mi tía, y espere a que mi abuela saliera del baño. Me quede un rato más en su casa para no levantar sospechas, y a la noche me fui con el botín. Me sentía súper emocionada por la situación. Tanto así, que llegando a mi casa me encerré en mi habitación y me puse el atuendo. Me quedaba perfecto, incluso me estuve viendo al espejo y me imaginaba que era mi tía la que estaba ahí.
    
    La noche anterior a la cita, no pude dormir, solo pensaba en que al día siguiente por fin podría cumplir dos fantasías, una que era la de ser como mi tía, y la otra, de encontrarme con un extraño como los de los anuncios que leía de joven.
    
    Llego la mañana, me levante y me depile las piernas durante el baño, así como otras áreas donde tenía vellitos. Después guarde todo en mi mochila, incluyendo el maquillaje. Antes de vestirme, decidí ponerme debajo la tanga y las pantimedias, para ya irme usándolas bajo mi ropa.
    
    Así me salí a la calle, viajando en el metro y sintiéndome mujer debajo de mi ropa de chico.
    
    No tarde mucho en dar con la dirección que me habían dado, aunque me quede afuera de la casa pensando en si tocaría o no el timbre. A final, decidí que no podía echar a perder la oportunidad, y era más mi excitación por saber que pasaría, que el miedo o la duda. Así que toque el timbre. Tardaron cerca de cinco minutos en abrir, y cuando abrieron, abrió la puerta una señora. Me espante, ya que pensé que a quien yo visitaba, vivía solo. Sin embargo, me reincorpore de inmediato, y pregunte por la persona por la que iba. La señora me dejo pasar, y fue por el señor. Salió un hombre de alrededor de 1.65 de piel morena, con bigote tupido, ligeramente calvo, algo llenito, y vestido de traje. Me saludó efusivamente y me pidió que pasara mientras me decía que ya estaba el presupuesto listo. Yo solo dije que estaba bien y le seguí. La casa tenía un patio mediano, donde tenían guardado un auto, y en la parte de arriba era la oficina. Él era contador, y me comento que la señora que me abrió era quien le hacia la limpieza tres veces por semana., pero que no desconfiara. Yo ya estaba nerviosa, pero asentí a lo que él me decía. Entramos a su oficina, tenía una pequeña recepción con un escritorio pequeño con teléfono y una computadora, y de ahí seguía una puerta donde estaba su oficina. Me pidió que me pusiera cómoda, y salió un momento del lugar. Yo veía e inspeccionaba todo. Era ...
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