1. Mi paciente se volvió mi esclavo (2)


    Fecha: 21/02/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Dra Fetish, Fuente: TodoRelatos

    ... unos 10 chorros de semen salieron de su gordo y venoso pene.
    
    -Fuhhh, mira nada más… dejaste todo sucio…
    
    El semen caliente escurría por mis empeines e incluso entraba por mis dedos. Se sentía extraño, pegajoso, caliente, pero bastante rico a la vez.
    
    -Ahhh… perdón, doctora, es que…
    
    Sin dejar que terminara de hablar, seguí moviendo mis dedos, acariciando con fuerza su próstata.
    
    -Todavía no terminamos. Prepárate.
    
    -Ahhhhhh, noooo… espere, por favor…
    
    No me detuve. Su cuerpo temblaba, sus caderas se meneaban en círculos y su voz agonizante solo hizo que yo me calentara más.
    
    Seguí cogiendo su ano y masturbando su pene aún erecto. Él solo gemía, jadeaba, se estremecía y estoy segura, que también estaba babeando.
    
    -No, no más, ahhhhh, por favor.
    
    -No. Quiero más de ti. Quiero que te vuelvas a correr. Quiero dejarte totalmente seco.
    
    Impulsada por mi calentura, acerqué mi boca a su nalga derecha y la mordí. No fue una mordida intensa, pero sí para dejar una pequeña marca.
    
    -Fuuuu… ahhhhh…
    
    Su espalda se arqueó y jadeó.
    
    No tardó más de 30 segundos para nuevamente correrse.
    
    Esta vez no fueron disparos de semen, simplemente el semen salió escurriendo por su uretra, una generosa cantidad que de nuevo cayó en mis pies.
    
    -Aaaahhhh, no puedo más… doctora… ahhhh…
    
    Con las piernas tambaleando, sentí que perdió la fuerza de su cuerpo.
    
    -Haha, mira cuánto semen.
    
    Solté su pene y miré mi mano que estaba también manchada de semen. Lo acerqué a mi boca y lo saboreé. Tenía un sabor ligeramente amargo, como a la cáscara de un limón tal vez, pero con un toque dulce. No estaba nada mal.
    
    Limpié mi mano con mi lengua y después, saqué lentamente mis dedos de su ano.
    
    -Ahhhhh…
    
    Antonio gimió de placer, aliviado por las dos corridas.
    
    Miré mi guante, empapado de lubricante y unas pequeñas manchas café en los dedos. Es normal, no estaba preparado para esto. Así que simplemente me quité el guante y lo aventé al bote de basura.
    
    -Haaa… mira como dejaste mis pies. Tienes que hacer algo al respecto.
    
    -Si. Dígame… ¿quiere que los limpie?
    
    -Por supuesto. Hazlo. Ponte de rodillas.
    
    Sin poner un solo pero, se giró y se arrodilló frente a mí.
    
    No le importó manchar su ropa no sus rodillas con el semen que había caído al suelo.
    
    De inmediato acercó su boca a mis pies y comenzó a lamer el empeine y mis dedos. No le importaba lamer mis sandalias, simplemente estaba succionando su propio semen.
    
    Me sentí empoderada en esta situación, me gustaba tenerlo bajo mi control.
    
    Sin pedirle que lo hiciera, me quitó las sandalia derecha y agarró mi pie. Comenzó a lamer los dedos, luego la planta, pasó su lengua por cada rincón de mi pie, chupaba desde mi dedo meñique hasta el pulgar con intensidad. Su lengua recorría los espacios entre mis deditos, me daba algo de cosquillas, pero era placentero. Hizo lo mismo con mi pie izquierdo. No dejó ni una sola gota. Mis pantorrillas también las lamió, comió todo el semen que estaba en mis ...
«12...5678»