1. Mi paciente se volvió mi esclavo (2)


    Fecha: 21/02/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Dra Fetish, Fuente: TodoRelatos

    ... mano enguantada estaba llena de jalea. Así que saqué mi dedo índice por completo y observé como su ano se retorcía de placer, abriendo y cerrando el esfínter.
    
    -Mira nada más. Dices que nunca has hecho esto, pero bien que lo disfrutas.
    
    -Ahhh… es que sus manos sin increíbles, doctora…
    
    -Uhm, entonces sigamos.
    
    Coloqué mis dedos índice y medio justo en la entrada de su ano. Comencé a ejercer presión y poco a poco, mi dedo medio fue entrando, con suavidad.
    
    Una vez que entró q1 centímetro, mi dedo índice comenzó a entrar también.
    
    Y así, poco a poco, con cada respiración, mis dos dedos entraron por completo a su cavidad anal.
    
    -Haha, mira. Entraron los dos.
    
    -Ahhhhhh, ahhhh, nooo… ahhh
    
    Avergonzado pero extasiado, Antonio arqueó la espalda y sacó un poco las nalgas, acomodándose en una posición cómoda.
    
    -Recarga tu pecho en el escritorio.
    
    -Si…
    
    De inmediato dobló los brazos y se pegó al escritorio. La imagen es increíble. Un hombre bien vestido y atractivo está prácticamente en cuatro frente a mí. Con dos de mis dedos en su ano y su pene erecto a punto de estallar.
    
    Fascinante.
    
    Me encanta esta sensación.
    
    Así que sin más, comencé a mover mis dedos y mi mano derecha.
    
    Adelante, atrás, derecha, izquierda. Hice lo que quise dentro de su ano. Con la mano en su pene jugueteaba con sus testículos, con su uretra. De vez en cuando con mi dedo índice trataba de abrir su uretra como si quisiera meter mi dedo. Casi, con algo de lubricante seguro que logra entrar mi dedo ahí.
    
    Pero aún no.
    
    Quiero hacer otras cosas, pensé.
    
    -Mhhhhh, ahhh, doctora, no puedo más… quiero correrme.
    
    -Uh, ¿tan rápido? Apenas me estoy poniendo creativa.
    
    -Ahhhh, por favor, quiero correrme… ahhh…
    
    -Haha, qué lindo te ves suplicándome. Pero está bien. Quiero que te corras en mis pies.
    
    Estando en esa misma posición, yo detrás de él, sentada en la silla, estiré mis piernas para que quedaran en medio de sus piernas.
    
    Haciendo mis pies hasta el frente. Para que pudiera verlos a través del escritorio de cristal.
    
    -Estos piesitos son los que te gustan, por los que tantas veces te has masturbado. Así que ahora, llénalos. Llénalos de tu semen.
    
    -Ahhhh si, siiii doctora, si quierooooo
    
    Su cuerpo comenzó a temblar, movía sus caderas como si estuviera cogiendo mi mano, sus movimientos eran desesperados, quería correrse, estaba más que claro.
    
    Así que yo seguí masturbando su pene y cogiendo su ano con mis deditos.
    
    Con la mano derecha apunté su pene hacía mis pies, para que todo cayera ahí.
    
    -Doc…. Ahhhhh. No puedo más.
    
    -Está bien. Hazlo.
    
    Como si tan solo esperara mi orden, de inmediato soltó un intenso gemido, su ano me apretó con fuerza los dedos y un chorro de semen salió disparado directamente hacia el suelo.
    
    -Aaaaahhhhhh… mhhhhhhh
    
    Antonio gimió intensamente. Y salió uno, dos, tres…. No sé cuántos disparos de semen salieron directamente hacia mis pies, mis pantorrillas y el suelo del consultorio.
    
    No mentiré, tal vez ...
«12...5678»