1. Cosa de heteros


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Gays Autor: Rod Con, Fuente: SexoSinTabues30

    ... cara y fue cuando me di cuenta que mi pene estaba haciendo una casa de campaña con mi bóxer y que Charly lo veía fijamente con una sonrisa que yo nunca había visto en él.
    
    Yo tratando de ocultar mis nervios me agarré el paquete y le dije «era lo que querías ¿no?», a lo que él asintió con la cabeza. Yo no me esperaba esa respuesta, la verdad, pero confieso que hasta ese momento yo ya estaba sintiendo cierto morbo. Luego le volví a decir «ándale pues querías fierro, date pues» y me saqué el pito del bóxer sacudiéndoselo enfrente.
    
    He aquí otra cosa que no me esperaba, lo agarro con una mano y se acercó a mí viéndome fijamente a los ojos, empezando a maesturbarme lentamente. Yo estaba muy confundido, pues según yo el no era gay, de hecho tenía fama de ser un mujeriego, y lo peor, que tenía novia y era una de mis mejores amigas. Pero yo ya estaba demasiado caliente como para detener la situación.
    
    Creo que nunca pensé estar así con un hombre, aunque no tengo ningún problema con la diversidad sexual, hasta la fecha solo me atraían las mujeres y me volvía loco coger con ellas. Pero lo que estaba sintiendo en ese momento era algo nuevo que no podía quedarme con las ganas.
    
    Después de estar un rato en aquella puñeta que me regalaba mi amigo, salió de su boca un «¿Puedo?», a lo que yo asentí rápidamente. Yo seguía parado con una rodilla en la cama y el otro pie en el piso, cuando el comenzó a bajar lentamente hasta que quedó incado frente a mi con mi verga apuntándole la cara. Apenas alcance a tomar aire cuando el comenzó besando poco a poco mi glande (no es que nunca me la hubiesen mamado, sino que nunca lo había hecho un hombre).
    
    Al principio solo daba pequeñas lamiditas por todo tronco y la cabecita, pero luego se lo metió todo en la boca y fue cuando comencé a ver las estrellas.
    
    Mi pene considero que es largo, mide 18cm, pero es muy delgado. Un poco rosita y en ese momento las venas parecían que explotaban.
    
    Charly comenzó a chupar mi cabecita como si fuera una paleta tutsi pop, lo que provocó que hasta las rodillas me temblaran un poco, por lo que preferí sentarme en la orilla de la cama. Pero el no dejó ningún segundo de saborear mi pija. Cuando menos acordaba ya estaba en mis huevos metiéndoselos y sacándoselos de la boca.
    
    Era algo que nuca me había hecho ninguna mujer. Ahí comprobé que es verdad lo que se dice que una buena mamada a un hombre solo otro hombre la sabe dar, e igual con las mujeres, solo entre ellas se saben mamar.
    
    Le cabía toda mi riata en la boca, eso quería decir que tenía una garganta muy profunda. Y cada vez que se la comía hasta el fondo yo sentía que todos los huesos de mi cuerpo se contraían. Hasta que siguió haciendo eso repetidas veces y ya no pude aguantar, solo me tire en la cama y sentí como llegaba el punto mas alto de mi orgasmo. El no se retiro en ningún momento, sino todo lo contrario trató de cerrar más fuerte su boca para que no pudiera salir nada de mis mecos de ella, y esperó a que terminara ...