La Perra Punky, parte 1 - Relatos Eróticos

La Perra Punky, parte 1

... de sus manos agarraba mi tronco y empezaba a masturbarme lentamente, me miraba lasciva mientras su frente se cubria con el liquido preseninal que caia de la cabeza de mi pene.

-que pedazo de polla, a ver si me cabe- dijo mientras su lengua subía por el bajo de mi tronco hasta llegar a la cabeza, que relamió con deseo antes de poner sus labios alrededor y llevarse a la boca la mitad de mi herramienta de un solo movimiento, solté un gruñido de placer y mire hacia abajo, ella me miraba con ojos llenos de lujuria mientras me hacia una tremenda mamada, cada vez que su cabeza se movia conseguia meterse mas trozo de polla en la boca, le lloraban los ojos y su maquillaje empezaba a correrse lentamente mientras se atragantaba escupiendo saliva por los lados de su boca.

Moví mis manos a su cabeza agarrandole las rastas con fuerza antes de mover mis caderas y follarle la boca, sus manos se cogieron a mis nalgas y abrió la boca al maximo para recibir mis embestidas, tenía la polla realmente dura, el sonido de esa perra atragantandose con mi pene cada vez que se lo metía al fondo de la garganta, oirla escupir y gimotear mientras le costaba respirar acompañando el sonido de mis huevos pegando en su barbilla era maravilloso.

-tengo que follarme ese coño peludo que tienes ahora mismo- le dije moviendo mis caderas para sacarle la polla de la garganta, estaba cubierta de saliva y semen, brillante y dura como una roca, justo frente a su rostro cubierto de lagrimas mientras daba bocanadas de aire intentando recuperar el aliento. Tenía una sonrisa de oreja a oreja y se tumbó en el sofá con las piernas abiertas y su cabeza inclinada para tener una buena vista de su salvaje chocho a punto de ser penetrado.

Agarré la base de mi pene con la mano y le golpee el clitoris con él haciendo que gimiera y me mirase con deseo.

-deja de provocarme joder! Necesito que me folles ya!-

Mi respuesta fue algo inesperada incluso para mi, le solté una bofetada con el dorso de la mano que resonó en la habitación antes de agarrarla del pelo y forzarla a inclinar mas la cabeza al mismo tiempo que apunté mi falo a su coño y lo empujé de un solo golpe hasta que note que no entraba mas, si húmeda y calida vagina estaba palpitando alrededor de toda mi polla, nuestros vellos pubicos entrelazados en sudoroso intercambio, le escupí en la cara antes de empezar a moverme, disfrutando de cada centimetro que mi polla recorria saliendo y entrando de nuevo en ese delicioso coño.

Ella gemía, cada vez mas fuerte, usaba sus manos para sujetarse las piernas y mantenerlas bien separadas haciendo que mis pelotas golpearan directamente contra su palpitante y peludo ojete con cada embestida, sus ojos no se decidian, mirando hacía su chocho y luego a mi rostro con puro deseo. Nuestros cuerpos estaban cubiertos en sudor y el olor era cada vez mas intenso, cada vez que le escupía en la cara ella asentía y me sonreía, animandome a seguir humillandola de aquella forma que tanto le ...