Mi primo fue quien sí me penetro profundamente - Relatos Eróticos

Mi primo fue quien sí me penetro profundamente

... relajaba mis piernas (las abría un poco) para que su codo no tuviera obstáculo. El intrépido de Leo siguió buscando acomodo y me hizo bajar la pierna que tenía a su lado. Una pierna arriba y otra abajo, ahora más abierta, el frio y los nervios me pusieron los pezones de mis tetas hormonadas muy duros, Leo con su brazo también me los rozaba por encima de mi franelon.

Me empujo con delicadeza la pierna que estaba arriba hacia afuera y me puso con mi triangulo húmedo abierto, solo lo defendía mi pantalitica de hello Kitty. Todo esto pasaba sin mirarnos, sin que “nos diéramos cuenta”, nadie veía nada, ni decía nada. Mis primos estaban atrás de nosotros en la cama, y nosotros al pie de la cama cubiertos por la colcha, mis tíos afuera tomando cervezas y platicando. Leo, rompió el silencio cuando me dijo al oído susurrando: “mira como me tienes”

Tomo mi mano y la puso sobre su pene, el cual estaba palpitando, realmente se movía como un corazón latiendo, acomodado dentro y a un lado de su short, ya yo había masturbado a mi novio, así que no era algo que me asustara, me excitaba. Leo disfruto de mis masajes en su verga, al poco tiempo se lo saco y pude notar que tenía su cabeza lubricada, tenía forro su cabeza, yo se la tocaba con placer, se lo pelaba, lo tocaba con mi pulgar la cabeza, sentía líquido que le salía le ponía la cabeza húmeda.

Leo ya fue de nuevo a mi panocha, ahora más despejada y busco mi rajita sobre mi pataleta. Creo que ya allí el sentía mi humedad, me manoseo mis nalgas por debajo de mi pierna levantada, yo me movia un poco para que su mano llegar a donde él quisiera. Yo abrí las piernas aún más para que leo quedara más cómodo, me metió un dedo entre mi entre pierna buscando la pataleta y poco a poco consiguió estar dentro de ella. Allí sentí varios jalones de mis pelitos mientras leo buscaba mi raja. Nuevamente me moví, para ayudar a leo a encontrar mi raja, le costó bastante, yo estaba muy peluda. Finalmente llego a la zona húmeda, brinqué de placer cuando sentí su dedo en mi raja lo empezó a mover de arriba abajo y también lo metió un poco en mi vagina. Yo tenía abrazado el brazo de leo y le clavaba las uñas por la calentura. Le hice saber que me dolía un poco cuando ya lo fue metiendo más, a lo que leo atendió sacándolo para luego meterlo de nuevo solo un poco y siguió dándome brochitas entre mis labios. Con el brazo que me abrazaba llego a mi tética hinchada y levantándome el franelon me la agarro como quien agarra una manzana, me la apretó varias veces, pellizco mi pezón suavemente y otra vez más fuerte, yo no dije nada, solo apretaba su brazo en señal de que me tenía bien caliente.

El me tomo por la cintura y me quiso poner de lado, para penetrarme, me quedaba claro y yo quería, pero no se podía, nos iban a ver nuestros primos. Así que me negué en silencio y siguió dándome con dedos en mi vagina y empezó a subir la velocidad a la vez que me lo metía más y más. Yo entre dolor y placer, además de estar masturbándolo ...