1. Mi primo fue quien sí me penetro profundamente


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Maria Luisa, Fuente: TodoRelatos

    ... seguía y lo intentaba, empezamos a sudar aun mas, pues había calor en el cuarto, no había aire acondicionado, su cuerpo brillaba por el sudor, yo por el dolor me arrimaba un poco para arriba y el me seguía, así nos avanzamos en la cama desde la orilla hasta el centro, yo huyendo y el tratando de penetrarme.
    
    Leo se detuvo, se arrodillo, se miró la verga, la puso en mi entrada y lo intento de nuevo. Al no entrar de nuevo, Leo se volvió a arrodillar y esta vez empezó a dedearme y aparto mis pelos, dándome de arriba abajo y separándolos. Como dije antes, yo estaba muy peludita y mis pelitos no permitían la penetración, se hundían mis pelos cada vez que Leo me intentaba penetrar, también había inexperiencia de ambas partes.
    
    Luego de que leo aparto por completo mis pelos y abrió mi raja con el pulgar y el dedo índice, me abrió mi vagina dejando mis labios internos al desnudo, escupió en su mano, se llenó toda su polla de saliva dejándola lubricada y brillante, se le veía inmensa y brillante desde donde yo miraba, acostada boca arriba pero mirando hacia abajo, puso su cabeza en el medio de mis labios internos, los cuales como les he dicho son bastante grandes y se salen de mis labios mayores. Me hizo varios brochazos lentos de arriba abajo, sentía como le palpitaba la cabeza, mis pezones explotaban, el seguía entre arrodillado y sobre mí en misionero para asegurarse de que sí entrara, yo estaba super mojada y ahora sí, su verga estaba en la puerta de mi concha, que palpitaba. Su verga también palpitaba, latía y yo la sentía entre mis labios. Leo empezó a hacer presión y sentí como entraba su cabeza en mi vagina virgen, por primera vez una verga bien tiesa entraba en mis vagina, yo estaba cumpliendo mis ganas de ser ensartada y tener esa experiencia.
    
    Allí sentí un poco de otro dolor cuando Leo empezó a meterlo. No la metía de una vez, solo puso su cabeza y hacia movimiento de entrada y salida sin meterlo todo, como para ir abriendo camino.
    
    Yo – cuidado, no me vayas a echar la leche adentro, no?
    
    Leo – tranquila, tu déjate llevar Luisita
    
    Así fue metiéndolo hasta que sentí que entro hasta donde mi novio no había llegado, recordé a mi novio, pero en forma despectiva, pues él nunca pudo penetrarme. Cuando leo vio que ya estaba adentro, me dijo “ya entro”. Yo bajé de nuevo la mirada y vi que Leo me lo tenía ensartado hasta el tope, sus pelos y los míos se unían y la verga de leo ya no se veía. Leo se dejó acostar sobre mí, ya no arrodillado, ya en completo misionero, nos abrazamos, besamos, sudando como locos por los nervios, el placer y el calor. Yo me abrí mas para que Leo se metiera por completo dentro de mis piernas.
    
    El – tranquila, te gusta?
    
    Yo – me fascina, tu verga la siento hasta muy adentro.
    
    El – te duele?
    
    Yo – no importa
    
    Mientras Leo bombeaba su verga dentro de mi vagina lubricada, mis piernas de estar en reposo extendidas y abiertas en la cama se fueron flexionando a los lados de su cadera. Eso lo noto a leo y fue ...