Mi primo fue quien sí me penetro profundamente - Relatos Eróticos

Mi primo fue quien sí me penetro profundamente

... cara mostraba placer, dolor, nervios y decisión, estaba decidida y Leo era el indicado.

Yo – sí, si quiero, pero es mi primera vez.

Leo – tranquila Luisita, te voy a tratar bien.

Yo lo besaba y mordía sus labios

Leo – tengo la verga bien dura, me va a explotar de ganas de metértela

Leo se sacó la camisa, disfrute de su masculinidad, su bronceado, su olor a perfume de hombre, ya los dos estábamos desnudos de la parte de arriba y sentía mis pezones rozar con su pecho lo que me ponía más caliente. Leo se sacó la verga, yo se la agarre, ahora la tenía desnuda en mi mano y se la empecé a masturbar como podía, mientras seguíamos en misionero, se quitó el short y quedo completamente desnudo, efectivamente la tenía súper dura y tiesa, ni se doblaba, era de buen tamaño, como la de mi novio. Saco sus dedos de mi cosita para subir sus manos y agarrarme las dos tetas nuevamente con ellas, tenía los dedos húmedos de mi sexo, las apretaba, las chupaba, las mordía, y yo empecé sin darme cuenta a hacer ruidos dejándome llevar.

Yo – seguro que no hay nadie

EL – no, aquí nadie nos va a molestar

Yo – Leo, pero no me vayas a dar fuerte, me vas a partir en dos, estas como loco.

El – tranquila, le lo voy a meter hasta donde tú me dejes

Yo – me va a doler Leo, no me la vayas a meter toda de una vez, la tienes muy tiesa, ya tú lo has hecho?

El – Si luisita, tranquila, yo te doy suave, te meto primero la cabeza y allí me vas diciendo si te duele o no

Yo – me gusta cómo me tocas abajo, de vedad que tienes la polla bien dura, quiero que me la metas toda, pero tenme paciencia que es mi primera vez.

Entre hablábamos, y entre besos, chupada de pezones, agarrada de verga y dedo en mi vagina, Leo me quito el short dejándome completamente desnudita. Allí estabamos. En la cama, yo abierta boca arriba con las piernas bien separadas, leo con su cadera entre mis piernas, mi piel bronceada, con las marcas del biquini resaltando sobre el bronceado, mi cuca peludita solo rasurada por los lados, mis tetas a explotar por las hormonas, duras, la punta de mis pezones brotados fuera de mi aureola rozada, el color de mis tetas bancas resaltaba sobre la parte bronceada de mi pecho, Leo arrodillado frente a mí con la verga a fuera, ya sudado, bronceado, con cara de perro violador, me quería partir en dos.

Allí Leo me contemplo desnuda, primera vez que un hombre me veía asi totalmente desnuda y abierta, se agarraba la verga mientras me miraba todo el cuerpo, yo estaba entregada y feliz, sin cohibirme, me sentía deseada y sexy. “se te ve muy sexy el bronceado y la marca de tu traja de baño luisa”

Se me acerco para penétrame finalmente, Leo me abría y yo cerraba las piernas; inconscientemente las había cerrado. Leo – ábrete, confía en mí. Me las agarro por las rodillas y me las abrió poco a poco, al mismo tiempo fue metiendo su cadera entre ellas. Como pudo me lo puso ya frente a mi vagina y empezó a empujar, me dolía, me dolía, pero no entraba. Leo ...