1. Nora la ordeñadora ( capítulo 1)


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Hetero Autor: Taladro, Fuente: SexoSinTabues30

    Nora notó que su pulso ya era rápido, ella lo miró a los ojos con esa seducción sexual, con mirada provocativa. El hombre había entrado en una especie de trance, la mente inmóvil. Con el pajeo que le aplicaba Nora a distintas velocidades, el grueso cuerpo del hombre parecía ponerse en tensión de precorrida. Empezó a verbalizar incongruencias: ¡Sí! ¡Sí! ¡Co…! Co…! ¡No..! y sus manos empezaron a temblar como sacudidas eléctricas hasta que se agarró a la camilla de masajes. Nora con la mano subía y bajaba la polla resbaladiza y lubricada, en cada movimiento sus pechos penduleaban. Bajó la cabeza hasta los testículos y al mismo tiempo que pajeaba succionaba uno por uno los huevos; se los metía enteros en la boca y tiraba de ellos. El cuerpo del hombre se tensó hacía arriba. En una especie de euforia ansiosa empezó a bramar: ¡Sí… sí… Ohhh! Nora cómo diligente masajista de finales felices advirtió que estaba a punto de explotar y aumentó el ritmo de pajeo. Pronto la lechada quedó encina de la peluda y generosa barriga.
    
    – Sabes como hacer gozar un macho – dijo al mismo tiempo que se terminaba de abrocharse los pantalones.
    
    – Gracias, lo importante es que haya quedado satisfecho.
    
    – Pues si, me aconsejaron que viniera y no me has defraudado, ¿qué edad tienes, niña?
    
    – 25 recién cumplidos – dijo mientras se ponía el vestido ya que masajeaba en topless y en tanga.
    
    – Pajeas de muerte. Por cierto, ¿vendes tú coño?
    
    – No, masajes, aunque a veces…
    
    – Bueno, ya hablaremos, mi mujer me espera en el centro comercial con los dos nietos, dos demonios – al mismo tiempo le dio a Nora 60€-. Quédate los 10€ de vuelta, son para ti. Nos volveremos a ver.
    
    Nora había llegado a esa pequeña ciudad hacia ya casi dos años. Proveniente de una granja en medio de la nada donde vivía con sus padres dedicándose casi a jornada completa al ordeño de vacas y cabras. Novia desde la adolescencia de un vecino de esa zona, un fanático de la cría porcina que solo vivía para trabajar. Su vida cambió cuando conoció a Rulfo, apodado el Cara cortada.
    
    Cara cortada acompañaba a su tío Solencio alias el Hiena (el Hiena era de baja estatura, su barbilla terminaba en punta, nariz aguileña de ojos pequeño. Era el hermano pequeño del padre de Rulfo- contaba con 52 años- el cual había fallecido haciendo honor a que el alcohol da alegría pero acorta bastante la vida) y disfrutaban de unos días de caza. Cara cortada lo hacía por deferencia hacia su tío Solencio, nunca había estado en ese lugar ni siquiera era cazador. Solencio había estado otras veces y saludaba a los padres de Nora y los obsequiaba con licores por las molestia ya que aparcaban la pequeña caravana para dormir en sus terrenos incluso antes de irse montaban un pequeño banquete. La primera vez que vio a Nora ordeñando en el establo le pareció una mujer diferente e interesante. Nora no era muy alta pero tenía una complexión fuerte sin grasas sobrantes de pechos generosos, un culo rotundo y armonioso ni grande ni ...
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