1. Merche y sus guarradas en el zoo


    Fecha: 26/12/2020, Categorías: Fetichismo Autor: Cerditoescritor, Fuente: TodoRelatos

    ... de cerveza a su jefe.
    
    -Anda toma un regalito- volvió a dirigirse a ella. Y aprovechando una de sus paradas en la mamada carraspeó profundamente, para que Merche sonriendo como un puerca, abriera su boca al máximo para recoger sobre su lengua la mucosidad espesa y verde que el viejo dejaba caer lentamente.
    
    - Que ascazo la hija de puta – dijo Manolo para a continuación, darle un trago y beberse media botella del tirón, continuando su frase con un sonoro y apestoso eructo que le lanzó a la cara a la rubia.
    
    - Es que se me olvidó decirte que es un poco cochina aquí la amiga – dijo el viejo.
    
    -Joder un poco dice, se ha tragado los mocos como si nada. Quieres comerme el culo, puta? Me encanta que me lo coman pero mi parienta se niega.
    
    Merche, que acababa de tragar la masa asquerosa del viejo, se limitó a sonreír con su cara de zorra salida y a decir:
    
    -Date la vuelta.
    
    Manolo que aún no se creía que le iban a dar un repaso por su asqueroso culo, se levantó de forma que la silla fue arrastrada bruscamente hacia atrás hasta caer, ocupando su sitio el cuerpo del gordo de forma que puesto a cuatro patas, plantó su culo delante de la cara de Merche. Sabiendo las ganas de lengua que tenía aquel tío, ella que le encantaba satisfacer las guarradas de los machos con los que follaba, no tardó en meter la lengua en el ojete de Manolo. Su lengua hurgaba entrando más y más, para parar cuando notaba que el maduro se estremecía de gusto. Entonces se dedicaba a lamer los alrededores del agujero saboreando la mierda y el sudor que tenía aquella maraña de pelos pegados.
    
    -Joder que gusto, cabrona – decía Manolo dando el último trago al botellín y dejándolo rodar por el sucio suelo.
    
    -Yo con su permiso señorita, le voy a meter mi pieza porque ando bien caliente al igual que usted – dijo Julio clavando sus rodillas en el suelo justo detrás de la rubia, que se giró dejando un hilo de saliva que unía el ojete de Manolo con su boca, para decir:
    
    -Méteme lo que tú quieras, cariño.
    
    -Te va a meter un pollazo rubia. Para el peruanito la pieza es el nabo, y te aseguro que lo tiene bien gordo – dijo Basilio riendo y pajeando su polla despacio.
    
    Efectivamente y como hemos dicho, la polla del peruano era bastante gorda. Se dedicó primero a pasear el capullo por los gordos labios del coño que sobresalían brillantes de babas. Una vez bien pringado de babas el cabezón, soltó un escupitajo de saliva sobre el tronco de la polla y muy lentamente pero sin parar, metió toda la polla dentro de aquel jugoso coño. La rubia pegó un respingo al notarse el coño relleno de dura carne. Gimiendo de gusto, volvió a su tarea de comer culo de macho.
    
    Pasaron diez minutos con esta caliente escena. La lengua de Merche ya tenía sabor a mierda. Ella gemía de gusto en voz alta. Y el peruano Julio se iba a vaciar los huevos en el coño de Merche de forma inminente.
    
    -Me corro señorita, aghhhh ahhh que rico. Tome mi rica lechesita ahh – gritaba dando pequeños golpes de cadera ...
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