1. La amiga de mi hermana - Capítulo 1


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Hetero Autor: Bardric, Fuente: TodoRelatos

    ... que se corrió entre alaridos y espasmos.Me levanté, sacando mis dedos de dentro de ella y secándome la boca. Sandra se incorporó, aún jadeando, y me dio un beso, más ligero que los anteriores. Sentí una humedad en mi polla y, mirando hacia abajo, vi como esta reposaba sobre su coño. Me la sujeté desde la base y comencé a deslizarla entre sus labios. La humedad de la corrida anterior era un excelente lubricante. Cuando llegaba a su clítoris le daba ligeros azotes con la punta de mi polla que la hacían saltar y estremecerse.
    
    Cuando estaba ya alineando mi polla con su orificio para metérsela, escuchamos un fuerte golpe en algún lugar de la casa. Sandra dio un bote, tapándose las tetas con los brazos instintivamente y cerrando las piernas.
    
    - ¿Qué ha... - Empezó a preguntar Sandra.
    
    - Shhh... - le chisté, llevándome un dedo a la boca, haciéndole un gesto para que se quedara callada.
    
    Rápidamente, me puse el pantalón del pijama y salí al pasillo. Vi qué salía luz de debajo de la puerta de la habitación de mi hermana. Dando dos golpes abrí un poco la puerta.
    
    - Lucía, ¿estás bien? ¿Puedo entrar?
    
    Un ligero balbuceo salió por la rendija de la puerta. La abrí bien y me encontré a mi hermana sentada en el suelo con la espalda apoyada en la cama. Supuse en ese momento, que se habría caído al suelo al intentar levantarse tras haberse despertado. Me agaché a su lado para cogerla y ayudarla a levantarse.
    
    - Venga, te ayudo a subir a la cama.
    
    - Necesito... Baño... - me dijo balbuceando.
    
    - Vale.
    
    Poniendo un brazo sobre mis hombros, la llevé hacia el baño. No sabía bien qué hacer ni lo que ella necesitaba. Cuando iba a gritarle a Sandra si podía venir a echarme una mano, vi que a mi hermana le vino una arcada. La incliné sobre la bañera, sujetándola con una mano por la cintura y la otra recogiéndole el pelo mientras vomitaba. Sobra decir que con todo ese espectáculo, a mí ya se me había bajado la erección por completo.
    
    Cuando terminó de vomitar, le limpié la boca con un poco de papel del váter y la volví a llevar a la cama. No había terminado de taparla cuando ya se había quedado dormida.
    
    Volví a la cocina y me la encontré vacía. No estaba Sandra ni su ropa. Lo único que atestiguaba que ella había estado allí era el charco de fluidos de su corrida sobre la encimera de la isla y el suelo de la cocina. La busqué por el salón, pero tampoco estaba allí. En ese momento podría haberme cabreado con ella, pero la verdad es que se me había bajado por completo el calentón y preferí dejarlo así.
    
    Sin darle muchas más vueltas, limpié la cocina y el baño, le dejé a mi hermana un vaso de agua en la mesilla, ya que al día siguiente se levantaría con un mal sabor de boca, y me fui a mi habitación. Miré el móvil para ver la hora, casi las 2, ya era demasiado tarde como para ponerse a ver otro capítulo de Last of Us. En ese momento el móvil vibró y me saltó una notificación del WhatsApp, de Sandra, en la que ponía: “Lo siento”
    
    Abrí la ...
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