1. El regalo: Un antes y un después (Quinta Parte)


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... otra mujer indefensa. Y además porque tienes una fidelidad a toda prueba. La amas mucho, ¿No es verdad? —Me dijo aquella rubia, con sus ojos esta vez conmovidos, aunque con su verde tonalidad tan sincera. —Y eso me gustó de ti mi «rolito» hermoso. Eres un amor de hombre–.
    
    —Pues gracias Pao. Pero no me vuelvas a tentar así, que de pronto me pueda cansar de ser tan bueno y ya sabes que el diablo es puerco. Quien quita que me dé por hacer cochinadas con tu cuerpo. —¡Uyyy, que miedo me das!–. Y los dos, agradecidos uno con el otro, nos echamos a reír.
    
    —Y a todas estas Pao… ¿Te acerco hasta el concesionario? ¿O quieres que te deje en otro lado? —Y mientras tanto pude observar como la rubia barranquillera llevaba su mano izquierda hacia el dorso de la diestra, acariciando el ardor de aquella marca circular, obtenida durante su último orgasmo.
    
    —Hummm, Rocky y… ¿Tenemos que volver hasta allá? ¡Buahhh, qué pereza!
    
    —No necesariamente, de hecho yo pienso ir «volado» para el piso, a esperar a mis hijos y hacer mis acostumbrados destrozos en la cocina. —Le respondí a mi nueva compañera, haciendo un mueca de resignación ante mis pocas habilidades culinarias. ¡La rubia tentación se sonrió!
    
    —Ok, ¿Y por dónde vives? —Le pregunté.
    
    —¡Ahh! Por Azca. ¿Conoces? —Si claro, por la zona financiera, de hecho Silvia, mi esposa, trabaja en una oficina por allá.
    
    —¡Sí! Qué coincidencia. Mira qué vivo muy cerca al estadio. —Me respondió Paola.
    
    —¿Al Bernabéu? —Le indagué. —Sí, por la calle de Don Quijote, me puedes dejar allí cerca. —Óyeme, y por qué no… ¿La recogemos y de paso me la presentas?
    
    —Hummm, pues no se va a poder hoy Pao, mi esposa anda últimamente muy atareada de trabajo por culpa del inepto de su «jefecito». Hablamos hace un rato, y va a tener que quedarse a trabajar hasta tarde. Me toca de hecho, ir temprano a casa y esperar a mis hijos, que me los va a llevar mi queridísima suegra. Y como un buen hogareño padre, revisarles los deberes, alistarles la ropa de mañana y prepárales algo de comida. —Le respondí yo, entre sonriente y preocupado por lo que me esperaba en aquella cocina.
    
    —Bueno entonces tocará otro día, pero podemos quedar por ahí los tres una tarde de estas, ya que ella trabaja cerca. Vivo en un hotel, propiedad de mi padrastro, no sé, piénsalo y nos reunimos. Si no te da miedo. ¡Buuuu! jejeje.
    
    —Ahhh «carachas», pero que tenemos aquí. ¡Vaya! no me dirás que… ¿Eres una de esas niñas «hijas de papi» que no hacen nada más que respirar y vivir a cuerpo de rey? —Le dije sin mírala, ya algo preocupado por la demora con el tráfico.
    
    —Anda Nene, pues sí, pero no como rey ni de reina, solo soy una princesita muy consentida y que vive en lo alto de un castillo, pero no le digas a nadie. ¡Jajaja! La verdad es que soy una niña mimada pero vivo mi vida como plebeya, jejeje… ¡Una mujer libre! Rocky. Vivimos en uno de sus hoteles, en el pent house. Es más cómodo para los tres, y lo tienes todo a la mano. —Y la Barranquillera retiró su ...
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