1. La guerra de Adahn - Capítulo 15


    Fecha: 16/03/2019, Categorías: Gays Autor: EternoRelato, Fuente: TodoRelatos

    Cuando desperté sobre el catre de Yugo le encontré a mi lado, contemplándome en silencio. Apenas había amanecido y en el exterior ya se empezaban a escuchar los cantos de los pájaros que daban la bienvenida al sol. Mi amigo no tenía puesta la camisa y la manta que nos cubría le llegaba hasta la cintura, por lo que su torso desnudo y sus musculosos brazos fueron lo primero que vi.
    
    Buenos días - me dijo. Alcé la mirada para ver sus hermosos ojos verdes y me encontré con su sonrisa.
    
    ¿Cuánto tiempo llevas viéndome dormir?
    
    Me gusta mirarte - dijo agarrándome por la cintura y atrayéndola hacia él. Me ruboricé y miré hacia otro lado. La mayoría de soldados dormían aún. Eché un vistazo por encima del hombro de Yugo y vi al ocupante del catre de al lado incorporado en el sitio. Era un hombre mayor que nosotros, bastante más fornido, con vello por todo el cuerpo y los ojos claros. Tenía el cabello rubio bastante corto y me percaté de que en la parte alta de su oreja llevaba un aro de acero perforado. Se levantó y dando dos pasos hacia nosotros puso una de sus manos sobre el hombro de Yugo.
    
    Buenos días, novato - dijo con la voz cansada antes de marcharse caminando hacia la sala de al lado. Vestía únicamente un corto pantalón de tela que marcaba su trasero.
    
    Buenos días - contestó mi amigo girándose momentáneamente.
    
    Creo que voy a ir a la posada, a ver a Madre y al resto - dije tumbándome boca arriba mirando al techo.
    
    Yo tengo que quedarme aquí por el momento, pero trataré de ir a veros más tarde - me dijo acariciando la zona de mi ombligo. Busqué mi ropa bajo las sábanas y empecé a vestirme.
    
    Si no vienes iré a buscarte yo - dije besándole otra vez antes de marcharme.
    
    Cuando salí de aquel edificio varios soldados me saludaron con la mano al pasar. En el exterior se veía un cielo despejado y el ambiente era fresco. Me llegó el olor de un pan recién hecho y el sonido de un martillo golpeando el metal de alguna forja. Me crucé con una mujer que portaba una tinaja con leche en brazos y tras indicarme el camino hacia la posada dirigí mis pasos hacia allí.
    
    A llegar, encontré a Idon sentado en el exterior, con la espalda apoyada en la pared de tablones y el rostro levantado, disfrutando de los primeros rayos de sol que le iluminaban la cara.
    
    ¿Qué haces aquí fuera? - Pregunté al acercarme. Dió un respingo y me miró entornando los ojos.
    
    Me gusta madrugar y tomar los primeros rayos de sol - me indicó.- Era algo que en el barco hacíamos cada mañana.
    
    ¿Echas de menos navegar? - Le pregunté sentándome a su lado. Idon había sido el único marinero que tras llegar a la playa había decidido acompañarnos, abandonando su trabajo en el barco para seguir al lado de Lana, cosa que a ella le había preocupado desde un primer momento.
    
    Sí, lo echo de menos. Es difícil adaptarse a tierra firme cuando llevas mucho tiempo en alta mar - confesó entristecido.
    
    Lo siento mucho - me lamenté cogiéndole de la mano.
    
    No pasa nada, Adahn - me sonrió ...
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