1. Le pedí que me volviera a follar


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... porque realmente era un pueblo precioso, con unas vistas impresionantes desde la terraza donde íbamos a cenar, después de reservar nos fuimos a dar un paseo por el pueblo, las casas encaladas, con los balcones engalanados con geranios, nos sentamos en un café para hacer tiempo, hablamos, reímos, me encontraba realmente feliz de estar con él, disfrutaba tanto de su compañía que el tiempo volaba.
    
    Eran las nueve sé la noche y estábamos sentados en la mesa del restaurante viendo la puesta de sol, velas por todas partes sustituían e iluminaban la terraza del restaurante, empezamos a cenar hablando de literatura, de música, de nosotros, la noche se nos echó encima, las horas pasaban y él me cogió de la mano acariciándomela con su pulgar, mirándome fijamente y en ese momento supe que le amaba, me había enamorado de él, estaba en un marco incomparable, con un hombre increíble que me hacía reír, las velas, la música tranquila que más podía desear.
    
    Me sentía nerviosa, ya en la cena lo estaba, pero ahora cuando cogió y acaricio mi mano diciéndome que era un regalo para él, que hacia tanto tiempo que nunca se había sentido tan feliz, que era una mujer preciosa y que yo le había quitado unos cuantos años de encima, terminamos de cenar y nuestros pasos se encaminaron hacia el coche, los dos cogidos primero de la mano, hasta que me paso su mano por la cintura, en ese momento me pare, extrañado me miro y me pregunto.
    
    -Lara, te pasa algo, sientes frio. –Me encontraba temblando pero no de frío.
    
    -No Juan, nada no es nada solo que...
    
    En ese momento le mire, me acerque a él y poniéndome de puntillas le bese, fue un beso corto, solamente mis labios rozaron los suyos, pero eso bastó para que mi cuerpo temblara y le mirara nerviosa, fue un impulso irrefrenable, no sabía cómo iba a reaccionar, pero no tarde mucho en averiguarlo, porque Juan me cogió fuertemente por la cintura acercándome a él y besándome apasionadamente, no solo nuestros labios se juntaron, no solo nuestras lenguas se buscaron, no solo nuestros cuerpos se fundieron abrazándonos, fue algo más, algo que no puedo explicar con palabras, estaba feliz.
    
    Decidimos dar un paseo por la playa, era una cala pequeña con un chiringuito al final donde se escuchaba música bastante alta, estábamos retirados de miradas indiscretas y abrazados sin nada que decir andábamos descalzos por la arena, mojándonos los pies, las olas empapaban mi vestido a la altura de los tobillos, nos paramos y nos besamos, mi cuerpo temblaba cuando sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, acariciando mis pechos, yo le desabrochaba los botones de la camisa, le besaba y pasaba la yema de mis dedos por sus músculos que tan bien me sabía.
    
    Empezó a desabrochar los botones de mi vestido subiéndome el sujetador besaba mis pechos, metiendo mis pezones en su boca mientras jugaba con ellos con su lengua, estaba tan excitada que mis bragas hacia tiempo que estaban mojadas, Juan se separó de mí mordiéndome mi labio inferior y se empezó ...
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