1. Mis inicios con el señor fotógrafo 2


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Gays Incesto Sexo con Maduras Autor: Otra Persona, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Sebas era mucho más delgada que las de estos caballeros y en lugar de indignarme, me gustó. Lo tomé de la mano y lo conduje hasta el patio trasero que inmediatamente me trajo el recuerdo de lo sucedido el día anterior
    
    — Don Sebas: me voy a hacer la pajita para que usted me vea—
    
    — No mi niño, todavía no. Voy a enseñarle algo nuevo— le idea me entusiasmó
    
    — ¿Qué me va a enseñar don Sebas? —
    
    — Ya lo verás, súbete ahí— me dio señalando la banca de madera de tal manera que su cara quedaba a la altura de mi pipí, se me acercó, tomó mis nalguitas con ambas manos y metió mi pipí en su boca y empezó a chupármelo, definitivamente esta era la mejor sensación que había experimentado en el transcurso de mi corta vida, sentir la suavidad y calidez de la boca del hombre en mi verguita y sus manos acariciando mis nalguitas, empezó a meterla y sacarla como haciéndome la pajita y tan excitado estaba
    
    — Don Sebas, don Sebas… se me va a salir la lechita…— de inmediato el hombre se sacó mi verguita de su boca
    
    — Todavía no, apenas acabaste de llegar— dando por terminada tan maravillosa sensación
    
    — Don Sebas ¿Le puedo chupar su pipí? — le pregunté ya sin nada de pudor, el hombre se puso de pie frente a mí quedando su verga casi en mi cara, sólo tenía que bajar la cabeza para metérmela en mi boca, la miré detenidamente sin asustarme por ese único ojo que me miraba amenazadoramente, la tomé con mi delicada e inexperta mano, pasé mis dedos muy suavemente por aquel poderoso ariete, me maravillé de la dureza y suavidad de aquel trozo de intimidad de mi desnudo amigo, le tomé las bolas y jugueteé con ellas estrujándoselas, después tomé aquella maravilla con toda mi mano y la froté hacia abajo descorriéndole el forro haciendo que su brillante, sonrosada y suave cabezota asomara completamente haciendo que ese pequeño ojo se entrecerrara como si me mirara amenazándome con lo que podía hacerme, la boca se me hacía agua y metí por fin aquel delicioso manjar en mi infantil boca sintiendo con más intensidad el aroma a loción fina, mi lengua dio vueltas alrededor de aquella suave y deliciosa cabezota y con la puntica azoté ese ojo que me había mirado amenazante, traté de metérmelo completamente hasta donde me producía náuseas y la sensación me agradó, con mi manita en sus bolas, esa hermosa verga entraba y salía de mi boquita disfrutando cada milímetro de esa rica golosina, sin sacármelo de mi boca subí mi cabeza, lo miré y él me miró con una expresión mezcla de ternura y deseo mientras mis labios seguían recorriendo el sedoso tronco de este rico
    
    — Niño, pero qué bien mamas— traté de agradecerle su comentario, pero tenía la cabeza de su poderoso ariete casi en mi garganta. Me tocó la cabeza con su mano
    
    — Bueno, es suficiente por ahora. Ve a esa poceta y lávate bien lavado el culito que te voy a enseñar algo nuevo— dijo señalándome el lugar donde había una manguera conectada mientras que el se iba del lugar para que yo pudiera hacer lo que me pedía sin que él ...