1. Cómo movía el culo mi mujer


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... debería estar causando estragos en mi mujer, porque para nada se resistía a los empujes de aquel y, por el contrario, lo alentaba a que le siguiera dando como lo estaba haciendo. Él se retiró un instante y le pidió a ella que se pusiera en posición de perrito. Mi mujer, muy obediente, por demás, rápidamente se acomodó para que el hombre accediera a ella desde atrás.
    
    La penetración debió ser placentera y muy profunda. Mi mujer empezó a hacer gestos y a contorsionar su cuerpo, y a gemir con mucho volumen, en respuesta a cada movimiento de aquel, que, empoderado en su papel de macho dominante, disponía de ella a su entero antojo. Con vigor y mucha rapidez, pronto, bien pronto, la hizo llegar al orgasmo, aunque él también estaba al límite. Ambos se sacudieron casi que al mismo tiempo. El tipo se retiró y dejo chorrear su contenido en la espalda de mi esposa. Ella, por un rato, permaneció ahí, en la posición de perrito, pasando el espasmo que le produjo el contacto con aquel.
    
    El tipo se levantó como un resorte, cogiendo su ropa. Ya es tarde, dijo, tengo compromisos y los debo dejar. ¿Me excusan? Pierda cuidado, le dije, todo está bien. Mientras él entraba al baño, ella recién se dejaba caer sobre la cama para reposar de la faena y dormitar, porque así fue, un rato. El tipo salió, se despidió y se fue. Y yo me quedé ahí contemplando a mi esposa, desnuda sobre la cama, adormilada, recién culiada y contenta, con rostro de satisfacción. Mas tarde me diría que había tenido uno de los orgasmos más intensos de su vida y que la verga de ese tipo, no sabía por qué, había sido toda una delicia.
    
    Sentía algo de celos por esa confesión, porque no era el primer hombre con el ella había tenido sexo, pero este le había parecido especial. Para mí, aparte de compartir el gozo de mi esposa ante esta nueva experiencia, lo más impactante fue haberme fijado con que intensidad y apetito movía su culo mientras se deleitaba con el pene de aquel hombre. Su verga, ciertamente, debió ser muy rica y apetitosa para ella, porque no deja de recordar el encuentro que tuvo con él. Y yo no dejo de recordar cómo movía el culo mi mujer… 
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